Alajuela Alajuelense utilizó la paciencia como su arma letal anoche para tumbar al líder invicto.
Los manudos fueron de menos a más en el compromiso y a pesar de arrancar abajo pudieron revertir el marcador para conseguir los tres puntos al ganar 2-1.
No tenían un reto fácil. La visita de la Universidad de Costa Rica inquietó al técnico Óscar Ramírez, quien se desesperó por la imprecisión de sus dirigidos en los primeros minutos.
Los tantos de Allen Guevara y Álvaro Sánchez no solo le sirvieron a la Liga para sellar su tercera victoria en el Invierno sino también le permitió enviarle un mensaje a la U, que se había robado los reflectores hasta el momento.
El estadio Morera Soto se convirtió en el socio ideal de los leones, quienes no menospreciaron a un rival que buscó imponer su ley con el orden defensivo.
A los dirigidos por Óscar M achillo Ramírez no les afectó la inactividad de las últimas fechas por el parón del campeonato; por el contrario sus jugadores se mostraron con mayor oficio en los últimos tres cuarto de cancha.
La UCR se convirtió en la tercera víctima para los erizos, quienes ya habían dejado en el camino a Santos y a Uruguay.
El jugador alajuelense Ariel Rodríguez comentó que salió satisfecho por el triunfo; sin embargo, sintió que la victoria pudo ser más holgada frente a los académicos por la cantidad de llegadas.
“Yo creo que sacamos tres puntos importantes, pero no fue el Alajuelense que entrenó toda la semana. Tuvimos desconcentraciones en el primer tiempo que nos metieron en problemas. No fuimos el equipo que hace esos buenos partidos aquí”, dijo.
Sin invicto. Los jugadores de la U lamentaron perder el invicto en casa de los rojinegros.
El portero Carlos Méndez manifestó que lo rápida que estaba la gramilla sintética pudo afectar el desempeño del equipo.
“Nos vamos dolidos por el invicto y desde ya estamos pensando en nuestro próximo rival. En el segundo tiempo ellos tuvieron mayores llegada y nos dificultó lo rápido que estaba la cancha”, agregó Méndez.
Los universitarios siguen en la cima a pesar de la derrota.