Hoy la ruta será azucarada. La etapa entre San José y Limón irá a través de la campiña turrialbeña, por donde hace rato la Vuelta Ciclística no pasa.
La competencia arranca a las 8 a.m. para recorrer 174 kilómetros, entre columpios y planicie, topografía favorable a los pasistas.
El pelotón tocará la Vieja Metrópoli en las primeras de tanteo y luego se internará en la zona del descenso camino a Turrialba, un terreno peligroso por la cantidad de curvas que tiene la vía antes de llegar a la ciudad azucarera.
Una carretera apenas cubierta por parches de asfalto será otro de los obstáculos que afrontarán los ruteros, quienes toparán después de la comunidad turrialbeña con un pequeño ascenso hasta de Siquirres.
Por las condiciones del trayecto probablemente el pelotón se va mantener compacto hasta que empiece la disputa de las metas volantes, sector donde los embaladores procurarán ganar sus primeros puntos en la consabida categoría.
En Siquirres, al adentrarse en la carretera Saopín, seguramente comenzarán a producirse los primeros arranques. Los pasistas califican como protagonistas de los movimientos de apertura. Estos seguramente intentarán las primeras fugas a base de sacudidas.
El terreno no beneficia escapadas en las que figuren escaladores. La Vuelta, hasta su regreso a San José, el 24 de diciembre, será dominada por la planicie y la media montaña.
La alta montaña aparecerá en la fase de la zona sur, donde el imponente Cerro de la Muerte será el punto clave para los escaladores. Allí se definirán las posiciones claves del giro costarricense, pero para ello habrá que esperar 11 etapas porque con la de hoy a Limón la competencia madre del ciclismo nacional apenas nace.