La primera fecha de la Copa Desafío Powerade 2014, disputada ayer en Bajamar, Puntarenas, sirvió para confirmar que el nivel del ciclismo de montaña va en alzada, pero también la fecha hizo suyo el refrán de que no se puede cantar victoria hasta cruzar la meta.
El colombiano Luis Mejía sacó la tarea en Puntarenas no sin antes protagonizar una dura rivalidad con el tico Deiber Esquivel, del equipo Scotiabank.
Al final, solo tres segundos separaron al cafetero de su adversario de 32 años, que cerró con un tiempo de 1h 37m 16s.
La competencia abrió a las 8:30 a.m., desde el redondel de Cuarros en Bajamar, donde la organización tuvo la grata sorpresa de recibir alrededor de 600 participantes.
Con las nubes escondidas y el sol de la costa pacífica expectante del desenlace de la carrera, un grupo de nueve ciclistas guiaron la primera mitad del trayecto.
Sin embargo, los escarposos ascensos sirvieron como filtro para separar a los candidatos a dejarse el primer lugar, pues solo los más fuertes los resistieron.
Mejía, Esquivel, Marconi Durán y Jeffry Herrera eran los únicos sobrevivientes del díficil recorrido, pero los primeros dos marcaban las pautas desde la punta.
Faltando 8 de los 46 kilómetros de la ruta, el colombiano y el banquero elimaron la cola para luego codearse hasta el final.
Sin embargo, la novela no quedaría así, pues con la meta en el horizonte, Mejía cambió de marcha y dejó atrás a Esquivel, que combatió hasta el último respiro.
El cafetero se hizo de su primera carrera del año y adelantó que se quedará en el país durante el resto de la temporada.
“El calendario de ciclismo en Costa Rica es muy nutrido ya que siempre hay muchos torneos, incluso más que en Colombia.
“Por eso vengo aquí, porqué el nivel va creciendo mucho”, aseguró el ganador de 28 años, que proviene de la zona cafetera de Quindío.
En femenino, Milagro Mena fue la más veloz de la élite femenina, a pesar de que no concursó contra muchas ciclistas de renombre.
La corredora comentó que no será parte de la Vuelta Femenina.
Lico homenajeado. El avezado ciclista Federico Ramírez es el gran dedicado de la cuarta edición del Desafió Powerade y ayer fue su primera carrera del año.
Lico, que entró de noveno lugar, dijo que es un gran orgullo que le reconozcan sus “veinte y tantos años en el ciclismo nacional”. El 30 de marzo será la próxima jornada de este certamen en Cartago.