El Tour de Francia que acabará el domingo en París se convirtió en una pesadilla para el jefe de filas de Andrey Amador, el colombiano Nairo Quintana.
Después de que no llegó en la forma correcta al Giro de Italia en donde acabó subcampeón, el boyacense tampoco encontró el pico alto de su curva de rendimiento en la ronda gala.
Durante este miércoles, en la dura etapa en la que había que subir el mítico Galibier, Quintana cedió más tiempo.
Y eso ocurre luego de que su jefe en Movistar Team, Eusebio Unzué dio unas declaraciones fuertes al Diario El País de España, en las que lanzó una serie de dudas sobre el pedalista colombiano.
"Sigue teniendo un gran nivel pero no ha habido una progresión. Antes podíamos pensar que no progresaba, pero que tampoco iba hacia abajo y diríamos que este Tour ha roto un poco con esa línea. Aquí ha habido como una especie de retroceso. Comenzó muy pronto a ser mayor... Puede ser. También", afirmó Unzué.
El director de la escuadra telefónica dijo que este no es el momento de analizar la situación, porque eso tiene que hacerse con tiempo y con cabeza fría.
"Fue un Giro sin brillantez. Y cuando este termine, habrá que analizarlo todo con tranquilidad. Espero que encontremos las razones. No hay necesidad de pensarlo rápidamente. Ahora lo que necesita es un buen descanso y liberar un poco su cabeza para que pueda recuperarse", citó Unzué.
Además, aclaró que la decisión de que el pedalista acudiera por primera vez al Giro y al Tour en un mismo año fue por un interés mutuo y que él sentía que era una forma de alejarlo de la presión de la Grande Boucle.
Esas palabras generan más tensión y hasta ponen en duda si Quintana continuará en su equipo para la próxima temporada, porque al parecer, tanto el SKY como el Astana coquetean con el escarabajo.
Y Movistar Team pretende fichar al español Mikel Landa.
"Me encantaría tenerlo con nosotros. Y todavía no nos ha dicho que en 2018 no estará con nosotros, no. Está claro que posibilidades hay", manifestó Unzué.
Mientras se alimenta la incertidumbre sobre el futuro de Quintana, en el primer día por los Alpes se terminó de reacomodar la general.
Pese a que sufrió dos caídas, el esloveno Primoz Roglic (LottoNL Jumbo) ganó la jornada de 183 kilómetros entre La Mure y Serre-Chevalier, al imponerse con un tiempo de 5:07:21.
Chris Froome (SKY) sigue vestido de amarillo y el ciclismo latinoamericano sueña en grande, porque el colombiano Rigoberto Urán (Cannondale) subió al segundo lugar de la general y se encuentra a 27 segundos del liderato, empatado en tiempo con el francés Romain Bardet (Ag2R), cuando restan cuatro jornadas para el final.
A 31 kilómetros de meta fue cuando empezaron los juegos pirotécnicos entre los favoritos, con ataques constantes de Bardet y Froome, quien contaba con el respaldo de Landa, no contraatacó, simplemente se defendió.
Más allá del drama de Quintana, quien sufrió en esta ocasión fue el italiano Fabio Aru (Astana), pues no tener peones para los momentos cumbre pasa factura.
Al final, Nairo acabó la jornada en el puesto 23, a 7:47 y en la general, otra vez salió del 'top' 10.
Ahora marcha en el puesto 12, a 12:54.
"Fue otro día de sufrimiento, otro día de lucha y vamos a terminar este Tour con tranquilidad. Hemos sufrido mucho, pero hemos llegado bien. No hay piernas realmente, vamos a seguir rodando y a terminar bien", afirmó Quintana.
Por su parte, Andrey Amador completó el día en el puesto 70, a 31:54 y en la general, el tico se encuentra en la casilla 81, a 2:28:54 del líder.
Y si este miércoles tuvo un grado de dificultad importante, este jueves será más fuerte, con los 179,5 kilómetros entre Briancon e Izoard, con una inédita llegada en alto.
Una típica rompepiernas, porque La cima de Vars, puerto calificado de primera categoría (9,3 kilómetros a 7,5%), se coronará a a 50 kilómetros de la meta.
Después está Guillester y el valle del Guil -río tempestuoso que desciende del Queyras-, antesala del Izoard, un 'fuera de categoría' de 14,1 kilómetros al 7,3% de desnivel y rodeado de mística.
A dos kilómetros de la línea de meta, aparece la Casse Déserte -desierta y lunar, como su propio nombre indica- envuelta todavía en el eco de gestas del pasado, como las que protagonizaron Fausto Coppi y Louison Bobet.
"Será una nueva etapa de sufrimiento, esperamos pasarla mejor que este miércoles. Yo no me voy a bajar (retirarse), vamos hasta París", citó Quintana.
Este miércoles se dio el retiro del alemán Marcel Kittel y del francés Thibaut Pinot.