São Paulo. El sábado, el holandés Louis van Gaal patentó un revolucionario movimiento: cambiar de arquero en la tanda de penales.
Después de estrellar tres balones a los palos y masacrar al meta costarricense Keylor Navas en 120 minutos, el impasible rostro de Van Gaal rezumaba preocupación por primera vez en el Mundial.
Iba a enfrentarse al designio de la tanda de penales ante el sensacional Navas, que le detuvo un penal crucial a Grecia en los octavos.
En el último suspiro de la agotadora prórroga, el titular Jasper Cillessen, con apenas una notable parada en su cuenta, un remate de Marco Ureña, dio paso a Tim Krul.
La movida, que se mantuvo en secreto, dio resultado: el portero del Newcastle inglés de 1,93 metros de altura, detuvo dos lanzamientos: uno a Bryan Ruiz y otro a Michael Umaña, que sellaban el pase a semifinales contra la Argentina de Leo Messi.
El inusual movimiento de fichas desconcertó a la mayoría, pero el Tulipán de Hierro sabía que el momento podía llegar. No había agotado los tres cambios posibles en previsión de una tanda de penales.
No fue la única lección de táctica del técnico durante el Mundial de Brasil. Su juego no enamora, pero los resultados son innegables.
En el primer partido ante la campeona mundial España la anuló con una línea de cinco defensas, con dos laterales de largo recorrido. El izquierdo Daley Blind, de 24 años, fue un extremo más para servir a la delantera Oranje , que masacró a los españoles (5-1) .
Ante Australia, empataba en el descanso. Memphis Depay reemplazó al defensa Martins Indi, lesionado, y anotó el tanto del sudado triunfo 2-3. Ante Chile, también con una línea de cinco defensores, decidieron en los últimos 15 minutos dos jugadores del banco: Leroy Fer y el propio Depay.
Los octavos ante México fueron una nueva lección a futuros entrenadores. Abrió el campo con el ingreso de Depay y colocó a Jan-Klaas Huntelaar por Robin van Persie. Huntelaar anotó el penal decisivo en el tiempo agregado.
El próximo entrenador del Manchester United es censurado por la prensa de su país por jugar con un 5-3-2, pues consideran que va contra la esencia del fútbol de ataque.
Sin embargo, en los cuartos de final ante Costa Rica prescindió de un medio centro y puso a Depay como titular. Había hasta cuatro atacantes en el 11.
El penúltimo paso que pondrá a prueba al perspicaz Van Gaal es quizá el más espinoso: frenar a Leo Messi en las semifinales ante Argentina, el próximo miércoles en el Arena Corinthians de São Paulo.