El Estadio Nacional recibió ayer los últimos preparativos para albergar el trascendental duelo entre las selecciones de Costa Rica y México, trabajos que, entre otros, incluyó el corte de su gramilla.
Édgar Barrantes, gerente general del inmueble, explicó que a nivel administrativo todo está “coordinadísimo” y que solo resta una prueba más en el sistema eléctrico del reducto para dar por terminado ese proceso.
“Ya hemos realizado cinco simulacros tanto con las plantas generadoras como con la luz de la calle (tendido eléctrico). Posiblemente mañana (hoy) tendremos un último”, aseveró el gerente.
Según Barrantes, no hay razón para pensar en otro apagón como el que sucedió en junio anterior en el juego eliminatorio ante El Salvador, que esa vez acabó con un empate 2-2 .
En esa oportunidad, una avería en un breaker provocó que las luces del estadio se apagaran al minuto 31 del compromiso.
El gerente, sin embargo, reconoció que no se trabajará directamente con el tendido eléctrico de La Sabana por un tema de costos.
“Un partido con luz de calle nos cuesta ¢18 millones, mientras que con plantas lo único que se consume es el valor del combustible. Se han tomado en cuenta ciertas cosas. Por ejemplo, si sucede alguna situación estamos preparados para de inmediato hacer el cambio entre la planta y el tendido”, explicó.
Las plantas generadoras entrarán en operación a las 6 p. m., dos horas antes de que empiece el compromiso ante los aztecas.
Esta semana, además, se limpió la pista sintética del estadio (que según Barrantes tenía un hongo por el agua) y se está trabajando en cubrir las pilas de saltos (sectores con arena). Se colocó Internet de alta velocidad en el sector de prensa, que proveerá una conexión de hasta 50 megas.