Washington, D. C. Esas cosas pasan porque el futbol es así. A veces alguien decide salirse del libreto..., y la “pega”. Para mala suerte de la Selección tica, esa es la historia del gol de Jonathan Bornstein.
“Usualmente, yo no llego a los saques de esquinas, pero para este fue como si yo tuviera que estar ahí, como un último esfuerzo”, comentó ayer el zaguero de las Chivas USA a The Washington Post.
La anotación de Bornstein, en tiempo de descuento, laceró el alma del país futbolero, pues apeó la Sele del avión que lleva rumbo a Sudáfrica y la mandó al purgatorio, entiéndase repechaje, contra Uruguay, el 14 de noviembre, en el Saprissa, y el 18 de ese mes, en el mítico Centenario de Montevideo.
No solo el afán de evitar que Costa Rica les sacara el triunfo en su casa impulsó al zaguero a buscar lo que nunca busca: el accidente de Charlie Davies fue “combustible” para ese agónico esfuerzo.
“El equipo entero quería salir y poner el mejor esfuerzo por Charlie, por su familia y por todos los involucrados en esa situación”, añadió Bornstein.