La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó, por primera vez, que los hombres que tienen sexo con otros hombres consideren la posibilidad de tomar terapia antirretroviral contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como una medida complementaria para evitar el contagio.
En las Guías de prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidado del VIH para poblaciones en riesgo , los especialistas aconsejan la llamada profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés) a quienes quieran reducir su riesgo de contagio, independientemente de si su pareja tiene el virus o no.
Desde 2011 esta terapia se aplica entre parejas donde una es seropositiva y la otra no está infectada.
“El PrEP es una forma de que personas que no tienen VIH, pero tienen riesgo de contraerlo, se prevengan. Consiste en tomar una sola pastilla (que usualmente combina dos antirretrovirales) al día”, señala el documento.
“Entre un 20% y un 25% de las infecciones de hombres que tienen sexo con hombres podrían prevenirse con este método, si se toma consistentemente”, añade el texto.
Las guías señalan que el contagio entre los hombres que tienen sexo con hombres es alto en todo el mundo y se necesita con urgencia tomar medidas preventivas.
Esta población incluye no solo a homosexuales; también a bisexuales, transexuales, heterosexuales que tienen ocasionalmente experiencias homosexuales, heterosexuales que son trabajadores sexuales y tienen clientes masculinos y hombres que, al estar en la cárcel, buscan un compañero, pero fuera de prisión son heterosexuales.
Para los especialistas, esto no quiere decir que las parejas puedan olvidarse del condón o de practicar la fidelidad.
“Esto de ninguna manera indica que el uso del condón puede eliminarse de la relación sexual; esto es algo vital para la prevención”, afirmó en un comunicado de prensa Gottfried Hirnschall, director de VIH de la OMS.
Otras poblaciones. Las guías también exploran cómo abordar a otras poblaciones de riesgo, como trabajadores del sexo, población carcelaria y personas en drogadicción que utilizan inyectables.
Dentro de los temas destaca cómo puede prevenirse el mal, cómo debe ser la atención y el seguimiento, algo en lo que también depende la edad del paciente.
La OMS reconoció que en los próximos años habrá que profundizar en aspectos como la nutrición.
“Muy pocas calorías consumidas se combinan con una demanda de energía mayor debido a la infección con VIH y otros virus relacionados, lo que lleva a bajo peso y desnutrición. A esto se le une un apetito reducido, un metabolismo alterado y diarreas propias de la condición, lo que hace más difícil el manejo nutricional”, citó el reporte.
El estudio sugiere que los programas de salud trabajen con nutricionistas para un mejor manejo de esta población.