Sao Paulo, Brasil. EFE Lograr un uso “ más democrático ” de las ciudades brasileñas, llenas de calles y plazas “siempre cerradas ” y pobladas por ciudadanos “sin tradición de usar su espacio ”, es el eje central de la Bienal de Arquitectura de São Paulo , que se celebra del 12 de octubre al 1° de diciembre.
Un viaje arquitectónico e histórico recibe al visitante que se acerca estos días al Centro Cultural de São Paulo, una de las sedes de la X edición del encuentro titulado “Ciudad, modos de hacer, modos de usar ” y que intenta presentar “ una exposición para todos ”, no solo para profesionales y expertos, según explicó el curador general Guillerme Wisnik.
“Viene mucha gente que no es arquitecta y nos dice que por fin entiende las exposiciones” , afirmó Wisnik. El curador explicó, además, que la “primera decisión de la Bienal fue tratar no de arquitectura, sino de ciudad, lo cual incluye mucho más en la discusión.
Aprovechar cada rincón. Las exposiciones pertenecen a 180 arquitectos de diferentes países y versan sobre distintos lugares del planeta.
Entre ellas, el comisario destacó Carropolis, que explica cómo el automóvil ha transformado totalmente la ciudad y Espacio público y activismo , que conecta el movimiento de Nueva York de Occupy Wall Street con las manifestaciones organizadas en junio pasado en Brasil por el movimiento Passe livre , en las que se pedía un transporte público de calidad .
Para Wisnik, pese a que los brasileños no tienen una “tradición del uso del espacio público”, en los últimos dos o tres años la ciudad “se empieza a usar más ” con eventos en parques y plazas, pero también en lugares menos previsibles .
Un ejemplo de ello es el viaducto Presidente Costa e Silva, conocido en Sao Paulo como Minhoacao, que cada domingo dejar de ser una transitada carretera y se convierte en un centro familiar y de ocio.
A su vez, la Bienal intenta llevar la mirada del ciudadano al uso que en el pasado se hizo de la arquitectura. Así, las exposiciones Detroit: ¿punto muerto? y China: el mundo renderizado, presentan dos ciudades “fantasmas” por diferentes motivos . “Tenemos una exposición sobre China, una ciudad construida para un millón de habitantes pero en la que nadie vive y que está ligada a otra muestra sobre Detroit, la que fuera base automovilística mundial que ha decaído mucho en ultimas décadas y ahora está en una gran crisis ” , dijo al respecto.
A pesar de que el gran evento de la arquitectura acerca a los brasileños a algunas construcciones extranjeras, la Bienal de São Paulo se centra en cómo el diseño puede cambiar la forma de entender la ciudad en el país sudamericano.
“Este es un buen momento para la arquitectura en Brasil. Estamos recibiendo a muchos profesionales, sobre todo españoles y portugueses, cuya colaboración es muy importante para nosotros porque nos quedamos muy aislados de la discusión mundial durante la dictadura brasileña”, apuntó.
Las discusiones se orientarán a las construcciones del futuro. “ Tenemos a Río de Janeiro, que será sede de los próximos Juegos Olímpicos, y no sabemos muy bien lo que pasa allí”, denunció.