Unos 16.000 residuos van y vienen en la órbita del planeta. Esos “jugueteos” espaciales a velocidades de 28.000 kilómetros por hora no son del todo inofensivos, pues ponen en peligro satélites que ayudan con las comunicaciones y la información acá en la Tierra.
Una iniciativa suiza llamada CleanSpace One , planea enviar al espacio un satélite conserje que limpiará esa basura espacial, tomando los desechos y arrastrándolos a la atmósfera terrestre, para que estos se desintegren.
En esa misión, el costarricense e ingeniero mecánico Marco Gómez es el encargado de calcular la trayectoria que llevará este “conserje espacial”, en su ruta fuera del planeta.
Gómez cursa una maestría en Ingeniería Aeroespacial en Holanda desde 2012, y como requisito debió hacer una pasantía de tres meses en el exterior.
La misión. Fue así como escogió el Centro Espacial Suizo –responsable de la misión CleanSpace One– y, según relata, su trabajo gustó tanto que siguió involucrado en el proyecto del satélite.
Su labor es hacer simulaciones y cálculos matemáticos para determinar cuál podría ser la trayectoria más corta, desde el momento en que el satélite se desprenderá del cohete, hasta el punto en el que colectará los desechos y los dirigirá a la atmósfera terrestre.
“Lo que debo hacer es optimizar la ruta, para usar la menor cantidad de combustible; cuanto más pese el satélite, más caro será lanzarlo”, explicó el costarricense.
Para hacer las simulaciones correspondientes utiliza un programa de métodos numéricos.
La misión CleanSpace One es un proyecto que planea concretarse en 2018 y es una iniciativa del Centro Espacial Suizo y de Sistemas Suizos Espaciales.
La última aportará $17 millones para el lanzamiento, ensamblaje, pruebas de componentes terrestres y satelitales, así como las operaciones de comando necesarias.
El satélite que planean enviar al espacio es de 35 kg, similar al peso promedio de un pastor alemán adulto y mide 30 x 30 x 34 cm.
En un comunicado de prensa oficial, Pascal Jaussi, director general de Sistemas Espaciales Suizos, se refirió a la importancia de disminuir la basura espacial. “Si no tratamos con el problema de los desechos en la órbita espacial y su acumulación, el acceso de las generaciones futuras al espacio puede verse comprometido”.
El tico y exastronauta de la NASA, Franklin Chang Díaz, explicó que en este tipo de maniobras “la clave para la viabilidad económica es poder atrapar varios objetos en una sola misión y no perder el vehículo para que sea reutilizable”.
Chang aseguró que recuerdan con “mucho cariño” el trabajo que Gómez realizó con su empresa como pasante y, aprovechó para comentar que Ad Astra Rocket también planea incursionar en la limpieza de desechos espaciales.