La prosperidad que traen las mujeres

Con presencia en 70 países y 155,000 colaboradores a nivel mundial, Cargill tiene como propósito nutrir al mundo de una manera segura, responsable y sostenible.

En Centroamérica cuenta con más de 10,000 colaboradores que forman parte de la empresa, de los cuales más de 4,000 trabajan en Costa Rica.

La promesa de Cargill de ayudar al mundo a prosperar comienza en casa. La organización sabe que gracias a sus colaboradores, aliados, clientes y personas que creen en ella, es que ha sido posible prosperar, por lo que retribuye con productos de calidad de sus marcas Pipasa, Cinta Azul, Delicia y Kimby a precios accesibles para estar siempre presentes en las mesas de las familias y con acciones que permiten conectar y empoderar a las comunidades.

Así mismo para Cargill es importante crear un desarrollo sostenible, mejorar la seguridad alimentaria, disminuir la pobreza y garantizar la prosperidad para todas las personas, por ello sabe que se requiere de esfuerzos conjuntos entre sectores públicos y privados. A lo largo de los últimos años se ha enfocado mucho en la prosperidad de la mujer en la región, siendo que, primordialmente es este grupo demográfico quien toma las decisiones de compra del hogar en donde participan activamente el portafolio de producto de las marcas Pipasa, Delicia, Cinta Azul y Kimby.

En Centroamérica, desde el 2016, son Socios Fundadores del Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer de INCAE, que tiene como misión incrementar la competitividad de las compañías que operan en la región para acelerar y contribuir al desarrollo económico inclusivo de América Latina.

A nivel interno, se promueve actividades que ayudan a crear condiciones igualitarias de oportunidades, como lo es la “Red de Apoyo”, grupo de líderes y colaboradores comprometidos a impulsar acciones en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica para permitir el desarrollo de las mujeres en la organización y motivar a su gente a tomar conciencia y acción alrededor de la importancia de romper con estereotipos.

Cargill ha enfocado sus esfuerzos en desarrollar un lugar de trabajo incluyente y diverso, en el que las colaboradoras y colaboradores se sientan respetados y valorados por sus habilidades y experiencias.

En las comunidades cercanas a las operaciones se impulsa a que las mujeres potencien sus habilidades por medio de capacitación, promoción de liderazgo, conocimiento de sus derechos, emprendedurismo y acceso a mercados.

Talento y liderazgo de exportación

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Actualmente, en Cargill cada día se avanza para lograr la paridad y equidad de género en todas las áreas y equipos de trabajo.

Costa Rica es ejemplo de esto ya que la gerencia general de Cargill Proteína Latinoamérica en el país es liderada por Verónica Castro, nicaragüense con más de 15 años de trayectoria en la compañía y residente en Costa Rica desde el 2016.

También, Cargill es socio activo y fundador de la Coalición de Organizaciones Comprometidas con la Equidad de Género, iniciativa que busca lograr la paridad de género en las compañías para el 2030, denominada como “Paradigm for Parity” o “Paradigma para la paridad”.

Además, este año, Cargill se convirtió en signataria de los Principios de Empoderamiento de ONU Mujeres (UN WEPs), los que tienen como objetivo profundizar, ampliar y fortalecer la participación del sector privado para ayudar a cambiar los comportamientos de la conducta empresarial sensible al género.

Líder de cambio

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Kemberly Umaña, es una costarricense con 20 años de trayectoria en Cargill y actualmente vive en Colombia done se encuentra liderando la operación de Planta Bucanero, como Gerente de Manufactura desde hace 3 años.

Tanto Verónica como Kemberly son profesionales que aportan al progreso de la empresa participando de actividades como el comité de DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) y formando parte del programa de voluntarias activas de Responsabilidad Social Empresarial.

El talento femenino de Cargill traspasa las fronteras y como ellas, hay muchas más mujeres que destacan dentro de la compañía.

Mujeres empoderadas y emprendiendo en las comunidades

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Cargill también apoya con sus programas de Responsabilidad Social Empresarial a niñas, niños, jóvenes y mujeres a tener mejores oportunidades educativas y opciones de emprendimiento para lograr un desarrollo comunitario integral en la región.

En Costa Rica mujeres en condiciones de riesgo socioeconómico y vulnerabilidad de las comunidades de San Rafael, El Coco, San Antonio de Alajuela, y Belén y Birrí de Heredia, salen adelante con apoyo del proyecto Comunidades Sostenibles que implementa Cargill en alianza con Glasswing International.

El proyecto ha destinado más de 78 mil dólares en atender a 50 mujeres principalmente con herramientas metodológicas con el objetivo de capacitarlas en temas de cultivos, cosechas, abonos, semillas, cuido de la tierra, entre otros. Estas mujeres también reciben capacitación de expertos de Cargill en temas de autoestima y emprendedurismo.

Patricia Thompson es una de las beneficiarias de este proyecto. “Unirme al proyecto fue la mejor decisión que tomé porque por mucho tiempo estuve en mi casa sin nada más que hacer que los oficios del hogar. Ahora he desarrollado capacidades que me permiten tener mi propio negocio y mejorar tanto mi calidad de vida como la de mi familia”, compartió Thompson.

El proyecto trabaja con mujeres en condición de vulnerabilidad por desigualdad de género, y de esta manera busca fortalecer sus capacidades y habilidades, potenciando así su empoderamiento en las comunidades donde viven.

Además, Comunidades Sostenibles también ha beneficiado a más de dos mil estudiantes gracias a la implementación de un huerto hidropónico y tres huertos orgánicos, permitiendo así la educación continua sobre la producción de alimentos usando como ejemplo los que se cosechan en estos espacios.

“Impartimos cursos y talleres sobre creación de huertos escolares y para el hogar, elaboración de jabones, producción de conservas, manipulación de alimentos y desarrollo de negocios. Además, animamos a las mujeres a que emprendan su negocio para que puedan generar ingresos y apoyar económicamente a sus hogares”, indicó Angie Céspedes Méndez, Coordinadora de Responsabilidad Corporativa.

Para lograr el cambio, las organizaciones requieren una intervención completa y sistémica, no es una sola actividad, compromiso o persona que lo logra.

Cargill es testigo de la transformación desde su interior y espera ser ejemplo para otras empresas que quieran dar el paso y ser promotoras de la paridad de género y equidad en espacios laborales.

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