“Pongo mis canas y las ganas a su servicio”. La frase es de Laura Martínez y uno de los ganchos de la promo difundida por el noticiero Hoy, de Canal 9, para anunciar la llegada de la periodista a sus huestes.
Y lo hace con un discurso frontal, combativo, demostrando seguridad. Para respaldarla, en los súper en pantalla vemos sus credenciales: una extensa carrera, puestos de relevancia en medios de comunicación y premios obtenidos a lo largo de su trayectoria.
Se trata entonces de una apuesta directa a la credibilidad, un concepto no tan claramente definido en nuestro ámbito, especialmente en lo que respecta a presentadores de noticias.
La credibilidad es, ni más ni menos que la cualidad que un buen comunicador debe ostentar para que el público receptor le acepte y reciba como ciertos los contenidos informativos que este le suministra. En palabras de Richard Gottlieb, presidente de la Newspaper Association of America, "la credibilidad es todo lo que tenemos”.
Vale preguntarse entonces cuáles son los parámetros que utilizan los directores de los telenoticiarios de nuestro país para escoger a los periodistas encargados de asumir esta labor. ¿Qué pesa más? ¿La experiencia o la apariencia?
Si echamos un vistazo a las caras que vemos en nuestro medio, el menú parece variado, aunque la balanza en algunos casos tienda inclinarse hacia la buena presencia.
Eso inquieta porque el presentador de noticias debería ser capaz también de enfrentar sucesos o acontecimientos inesperados, más allá de lo dictado por el teleapuntador, o telepronter.
Uno quisiera que quien cuenta las historias haya sabido también lo que significa tomar un micrófono, arrollarse las mangas y sudar la chaqueta para enfrentar las noticias, y no solo llegar a sentarse bien emperifollado a recitarlas frente a la cámara. Eso da credibilidad.
Siempre me sorprendió la vieja práctica de Telenoticias de publicar los “pachos” de sus presentadores y reporteros en donde los veíamos hacer gracejadas, decir palabrotas, participar en “chinaokes” y dilapidar su imagen sin contemplación. Sé de algunos periodistas que nunca salieron en esos pachos porque de antemano manifestaron su incomodidad y supieron proteger su imagen. Bien por ellos.
Un detalle más. Mantener fijos a los presentadores en las distintas ediciones que ofrece un noticiario es muy recomendable. La familiaridad entre el televidente y el presentador es fundamental para mantener fiel a la audiencia. De ahí el término en inglés TV anchor (ancla) para sugerir que es esa persona, y no otra, la que provoca que la gente lo vea, escuche y le crea.
La dupla Pilar Cisneros y Marcelo Castro en Telenoticias es un buen ejemplo de la mayoría de las características deseables antes citadas, al igual que el caso de NC Once con la trayectoria y experiencia que aportan las presentadoras Evelyn Fachler y Djenane Villanueva.
En el 9, dado el conocimiento adquirido por Freddy Serrano en su paso por cadenas internacionales, se nota con mayor claridad la disposición de utilizar a su favor los parámetros que otorgan credibilidad.
Para terminar, sería interesante medir qué tanto la gente en Costa Rica ve un noticiero atraído por sus presentadores y cuáles son las características que los televidentes consideran como valores que revisten al presentador de credibilidad.