Con la doble tracción de las llantas, el lodo salpicaba todo a su paso, mientras la carrocería del vehículo se teñía de café intenso. Adentro, los ocupantes celebraban con cierto grado de masoquismo, la pesadilla de quedarse atrapados entre ríos de cauces salvajes y en parajes inhóspitos.
Estaban acostumbrados a esa adrenalina, pero en aquella oportunidad, algo era diferente. Ese domingo 7 de noviembre querían llegar a varios de los sitios anegados por las aguas del huracán Tomas . Deseaban visitar comunidades de Parrita y playa Bandera, donde cientos de damnificados clamaban por ayuda tras haberlo perdido todo.
Con una bandera de Costa Rica sobre el búmper y las cajuelas repletas de canastas con comida, emprendieron camino. Eran unas 30 personas, todos dueños de carros 4x4, quienes intentaban combinar su pasión por “batir barro” con la necesidad de ayudar al prójimo.
Vladimir Meléndez Alvarado, un alajuelense amante de los motores pesados, explicó que actividades como esas las vienen realizando desde el terremoto de Cinchona cuando se corrió la voz de que había gente atrapada en las montañas de Sarapiquí y se requería de voluntarios para sacar a las víctimas de los sitios devastados por la naturaleza.
“Muchos pusimos nuestros carros, diseñados para entrar a cualquier sitio. Son vehículos que poseen llantas todo terreno, winches (cables que les ayudan a salir de sitios complicados), snorkel (un tubo que eleva la toma de aire del motor, alejándola del barro y las salpicaduras del agua), cadenas y equipo de rescate”, comentó Johnny Gutiérrez Ulate, alias Vampiro , quien, en los certámenes de 4x4, se ha coronado varias veces como campeón de 8 cilindros.
Estos expedicionarios proceden de distintas partes de Costa Rica y pertenecen a clubes como los Aventureros, 4x4 Costa Rica, 4WD Costa Rica o los Puritracción, entre otros. La mayoría se ha ido conociendo en las pistas oficiales, donde estos autos modificados realizan los llamados desafíos o bien, en los viajes recreativos que muchos emprenden los fines de semana a zonas como Sarapiquí, las cercanías del río San Juan, San Carlos, San José de la Montaña y Carara, por mencionar algunos ejemplos, indicó Norlin Madriz González, conocido en el ambiente como Cacha y quien ha subido a su portal de Facebook decenas de fotografías que retratan su pasatiempo.
Un poco locos
“Todos tenemos en común que nos encanta estar metidos entre las montañas, en lugares donde solo a los locos se les ocurre entrar. Ahí, en medio de la nada, nos hacemos amigos, nos tendemos la mano si alguien necesita ayuda para salir de un río o una zanja. La felicidad es disfrutar de la hermosura de nuestro país”, dice Gerardo Jiménez Quesada, vecino de Tres Ríos.
José Ángel Jiménez Hernández y su esposa, Ivannia Calderón, son parte de este grupo de exploradores. La pareja posee un Suzuki Sidekick, modelo 89, al que recientemente le cambiaron las llantas y le colocaron un motor más potente para realizar con mayor tranquilidad paseos familiares a zonas retiradas. El último fin de semana del 2010, por ejemplo, se escaparon a playa Bochinche, en el Pacífico, donde acamparon junto con otros apasionados de carros como el suyo.
En noviembre pasado, ellos también se armaron con canastas de víveres para repartirlas en Parrita. “No tiene idea lo bonito que fue ver a tantas personas agradecidas porque les llevamos comida y ropa. Algunos de nosotros hasta nos pusimos a rescatar animales. Recuerdo un caballo que estaba a punto de ahogarse por tanto barro y entre varios lo sacaron”, relata José Ángel, quien no quiso dejar de mencionar la colaboración que les brindaron, en esa oportunidad, las tropas 5 y 14 de los Guías y Scouts de Alajuela.
La actividad benéfica más reciente llevada a cabo por los dueños de autos modificados tuvo lugar el pasado 18 de diciembre, en Los Lirios de Sarapiquí. Hasta allá llevaron ropa y 200 regalos de Navidad para los niños de esa comunidad, explicó Gustavo Canales, subcampeón en seis cilindros.
“Las donaciones las logramos completar con el dinero de todos nosotros y ayudas económicas que pedimos a las empresas. A veces también realizamos desafíos para recolectar fondos, ya sea para colaborar con las asociaciones comunales o para beneficiar a personas que lo necesitan. Por ejemplo, estamos haciendo todo lo posible por construirle una casita prefabricada a una niña con parálisis cerebral, en Piedades Sur de San Ramón. Casi la tenemos lista”, asegura Andrés Soto Aguilar, mecánico de profesión.
El anhelo de estos quijotes sobre ruedas es que más dueños de 4x4 se les unan para materializar las nobles causas que tienen en mente para este 2011. “Los requisitos son: querer ayudar al prójimo, poseer un carro debidamente acondicionado y tener experiencia en cómo entrar y salir de sitios difíciles”, explicó Johnny Gutiérrez. Los interesados en colaborar pueden llamar al teléfono 8378-1462.