La mandataria sabe que debe dar una buena primera impresión y que el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas resulta ideal para la campaña que impulsa el gobierno a fin de sentarse a la mesa del Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, Suiza.
Para la Presidenta, este es el momento de acelerar la campaña internacional en pos de uno de los tres escaños disponibles para la región de Latinoamérica y el Caribe, donde son cuatro los aspirantes a integrar este organismo especializado de la ONU.
Perú, Chile y Nicaragua también inscribieron sus candidaturas para la elección de mayo próximo, por lo que también están en negociaciones e intercambios de apoyos para otros foros con decenas de países de todo el mundo.
La Presidenta confirmó ayer su interés minutos antes de aterrizar en el aeropuerto John F. Kennedy, donde también arribará la mayoría de mandatarios participantes en el encuentro anual de la ONU.
La población neoyorquina se prepara para los cortes de carreteras y para el paso frecuente de comitivas cubiertas por lujosos carros negros. Esta es la semana más diplomática del año en la ciudad sede de las negociaciones mundiales.
Por eso, Chinchilla aprovechará varias reuniones mutilaterales con homólogos suyos, a quienes intentará convencer de la autoridad que Costa Rica posee en materia de derechos humanos para ocupar un escaño en Ginebra.
La candidatura la planteó el gobierno anterior con la idea de que el país tenga voz y voto en los procesos en Ginebra; por ejemplo, en la elaboración de los informes anuales por país.
“Costa Rica no ha integrado el Consejo. Nicaragua sí lo ha hecho ya. Por ahora tenemos unos 40 intercambios con otros países, pero se necesitan más de 90 votos. Nuestro país tiene qué aportar en los procedimientos”, dijo el embajador en la ONU, Eduardo Ulibarri.
Esta será una de las prioridades de Chinchilla durante la semana, junto con asuntos de comercio e inversiones, ambientales y de cooperación contra el narcotráfico.