México (AP). Casi la mitad de los estados de México votarán el domingo para elegir gobernadores, legislaturas y alcaldías, en un ambiente “enturbiado” por tensiones políticas y la violencia del crimen organizado
Las campañas locales se vieron marcadas por acusaciones del uso de recursos públicos a favor de algún partido y el temor de que no hay garantías de seguridad. En estos días se registró el primer asesinato en la historia reciente de un candidato favorito a alzarse con el triunfo de un gobierno estatal, presumiblemente a manos del crimen organizado.
14 de los 31 estados del país celebran elecciones el domingo para renovar alcaldías y los congresos locales. En 12 de ellos también elegirán gobernador.
Se trata de una jornada en la que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) busca alzarse con la mayoría de los triunfos y dotarse de más oxígeno para intentar recuperar en 2012 la presidencia que perdió al inicio del siglo por primera vez en siete décadas.
Salvo en algunos estados como Oaxaca (sur) y Puebla (centro), donde las encuestas han puesto muy cerca a los dos principales contendientes, el PRI aparece como favorito en la mayoría de las entidades que acudirán a las urnas, incluido Tamaulipas, donde el lunes su candidato Rodolfo Torre Cantú fue emboscado y asesinado.
Para el presidente Felipe Calderón el asesinato es un intento del crimen organizado de interferir en el proceso electoral, que también estuvo marcado por la detención del candidato izquierdista al gobierno del estado sureño de Quintana Roo, Gregorio Sánchez, por presuntos nexos con el narco.
“El punto culminante de la tensión es el asesinato del candidato en Tamaulipas”, dijo Lorenzo Meyer, analista del Colegio de México.
“Es un salto cualitativo lo del asesinato, porque si bien Torre no era gobernador, todo indicaba que iba a serlo, y metió la idea que en otros estados se están jugando los puestos políticos en un ambiente en que el narco interviene, probablemente no para asesinar, pero en donde está generalizado”, añadió Meyer.
Y es que si bien Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, ha visto en los últimos meses un repunte de la violencia del narcotráfico, hay otros estados donde también se ha dejado sentir la presencia de los carteles de las drogas, incluidos casi todos los que tendrán elecciones como Chihuahua, Sinaloa, Quintana Roo y Veracruz.
El gobierno federal y los partidos políticos convocaron a los ciudadanos a ir a las urnas como una forma de enviar el mensaje de que no serán doblegados por la delincuencia organizada. “Hay que demostrar que los votos serán más potentes que las balas”, afirmó el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont.
Pese a que el crimen organizado dio un nuevo tono a las comicios, las tensiones políticas estuvieron presentes en las campañas que de manera inédita vieron unirse a la izquierda y la derecha para intentar contener en algunos estados el avance del PRI.
Hasta ahora el PRI aparece en los sondeos como el favorito para regresar a la presidencia en el 2012.
Los partidos izquierdista de la Revolución Democrática (PRD) y oficialista Acción Nacional (PAN) formaron alianzas para competir juntos en estados como Oaxaca y Veracruz, donde el PRI ha gobernado históricamente.
“Aún antes del crimen, las elecciones ya estaban bastante turbias por razones imputables a la clase política, más que al narco”, dijo José Antonio Crespo, analista del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
En las últimas semanas fueron divulgadas grabaciones en las que se escucha a los aún gobernadores del PRI de Veracruz y Oaxaca gestionando o hablando sobre la necesidad de apoyar a los candidatos que los reemplazarán.
Para el PRD y el PAN, las grabaciones demuestran el uso de recursos públicos por parte del PRI para mantener su poder.
“Son elecciones de estado en la mayoría de ellas y no hay garantías mínimas de equidad ni transparencia que más o menos habíamos logrado a nivel federal”, consideró Crespo.