El 5 de septiembre de 1934, el Diario de Costa Rica , anunció que, “desde hoy ofrecemos ['] por un espacio de tiempo limitado, un servicio novedoso y de gran interés, como es el de una sección de grafología que estará a cargo de una de las eminencias mundiales más conocidas [']”.
La responsable de esta novedosa sección, Norka Memberg, acababa de llegar al país y era “miembro de la Academia de Ciencias Psíquicas de Berlín, ex-profesora del Instituto Esotérico-Metapsíquico de París –Francia– y facultad en Astrología y Quirología por la Real Aca-demia de Ciencias Herméticas de Londres y con cinco años de servicio activo en ‘The Rosicrucian Fellwfhip [sic]’, Mt. Ecclesia, Ocenaside [sic], California, U. S.”.
Además, según el Diario , Memberg “es en la actualidad colaboradora de varias revistas científicas y creadora de interesantísimas secciones de Astrología y Quirología en importantes diarios y revistas”. En previsión de alguna eventual crítica, el periódico justificó su decisión como resultado de su interés por equipararse con los más importantes diarios y revistas del mundo, que disponían de espacios similares.
Asimismo, indicó que la sección tenía el propósito de que cada lector pudiera “['] obtener su horóscopo o la interpretación de las líneas de su mano. Escriba usted a la doctora Memberg; escoja un seudónimo por medio del cual ella le contestará en seguida. Aproveche usted esta ocasión que se le brindará durante un limitado espacio de tiempo y obtenga por medio del estudio científico de los trazos de su escritura una interesante revelación”.
Explorar el mercado. Inaugurado el 8 de septiembre, el “Consultorio astrológico y quirológico” era fácilmente identificable por una ilustración en la que figuraban la palma de la mano izquierda, una bola de cristal y algunos astros.
Prácticamente desde sus primeras respuestas, Memberg, con la justificación de que había asuntos que por su índole no podían ser tratados en la sección del Diario , abrió las opciones de atender de manera personal esos casos o de contestar por carta, para lo cual la persona interesada le debía proporcionar un sobre franqueado.
Evidentemente, Memberg utilizó la sección para indagar el potencial comercial que tenían la consulta privada y la comunicación postal, y para personalizar el trato con algunos de sus lectores, quizá con la expectativa de que se volvieran futuros clientes.
Así, a una señora que tenía problemas en su matrimonio, le expresó: “sola, muy sola la han dejado, pero no han tenido en consideración quizá lo más importante y es que yo estoy de su parte, como siempre estoy del lado que más me necesita y que le asisten derechos; [por] tanto, sin pérdida de tiempo, es beneficioso para usted que venga a verme inmediatamente. Que sea pronto”.
Además, Memberg aprovechó las respuestas que daba a los lectores para indicar que “['] todos los días vengo dando la dirección mía en esta sección cosa que vuelvo a repetir: Hotel Rex, en donde atiendo personalmente a todas las personas que tengan problemas, asuntos delicados, etc., que no sean compatibles con la sección o que tengan interés en consultar directamente. El mencionado Hotel Rex no será el primer hotel en categoría pero lo es tanto como el primero en moralidad y respeto”.
Polémica. Rápidamente, Memberg captó buena parte de la atención pública, gracias a la información que sobre ella publicaron otros periódicos. Fue en este contexto que el 28 de septiembre de 1934 el monseñor y diputado, Claudio María Volio, expresó lo siguiente a un periodista de La Tribuna :
“mientras el país gasta millones en la educación racional y científica de su pueblo ['] surge en el tinglado del periodismo más autorizado de la república la figura de alguien que viene a repetir a nuestro público las puerilidades e ineficacias de Egiptos y Caldeos, sembrando la superstición en las masas y despertando hasta en los más inteligentes el instinto ancestral de conocer el porvenir a como haya lugar y por los medios más absurdos”.
Lejos de iniciar sus declaraciones con una contraposición entre astrología y religión, Volio comenzó con una defensa del proyecto racionalizador llevado a cabo por el Estado liberal y una crítica sutil a la prensa y a algunos de los sectores más preparados de la sociedad costarricense por prestarse para promocionar las actividades de Memberg.
Después de estas opiniones, el prelado señaló que Dios condenaba todo intento de adivinar el porvenir; aclaró que la religión admitía milagros únicamente después de que la ciencia, tras investigar bien un fenómeno, no podía explicarlo; y de manera contundente manifestó: “'la Iglesia es racionalista. No hace augurios ni adivinaciones, ni inventa cosas supersticiosas. Es conciente”.
Memberg respondió al ataque de manera inmediata.
El mismo 28 de septiembre, se apersonó a las oficinas de La Tribuna para hacer una declaración que fue publicada al día siguiente. Empezó por expresar su agradecimiento por haber despertado el interés de un “ilustre Príncipe de la Iglesia”, institución por la cual ella tenía “el más profundo respeto”.
Precisamente por esta razón, añadió, “['] en el recorrido que llevo hecho por el mundo, muchos sacerdotes católicos han venido a consultarme; y aquí mismo, en este diminuto y bello país que ahora tengo la fortuna de visitar, si Monseñor Volio quisiera darse la vueltecita por mi consultorio, se encontraría con no pocos párrocos de su grey, justa y honradamente deseosos de conocer su porvenir [']”.
De seguido, Memberg procedió a delimitar las áreas de influencia de sus actividades y las de los eclesiásticos, a partir de una comparación que la equiparaba con Volio: “claro que ellos [los sacerdotes] tienen que venir donde mí, porque ellos no pueden penetrar en el misterio de la ciencia de los astros, del mismo modo que yo cuando necesito oír misa o practicar los otros ejercicios espirituales, voy donde ellos [']”.
Especificidades. La polémica se extendió por varios días más, con el resultado de que el número de consultas hechas a Memberg disminuyó. El 24 de octubre de 1934, el Diario de Costa Rica publicó por últi-ma vez la sección de astrología y quirología.
Aunque no se ha logrado localizar información específica sobre la partida de Memberg, es probable que dejara el país por esos días.
Al parecer, se hallaba en Bogotá a inicios de 1935 y luego se trasladó a Venezuela.
En agosto de 1936, ya se había establecido en Caracas, ciudad en la que volvió a combinar la atención privada con las actividades públicas, puesto que disponía de un consultorio cerca de la Plaza Bolívar y colaboraba con el periódico La Esfera .
Según el periodista Oscar Yanes, el 18 de enero de 1938 Memberg participó en una entrevista en la estación La Voz de la Esfera, conducida por el poeta Luis Mansur Dekash, quien destacó que “'para la rubia y misteriosa Norka ni el tiempo, ni el cielo tienen secretos”.
Memberg fue una más de los ocultistas que, entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, recorrieron diversos países latinoamericanos, en los que ejercían por períodos generalmente cortos.
La especificidad de Memberg radicó en que fue la primera en utilizar, en Costa Rica y de manera sistemática, los medios de comunicación para promover sus servicios.
Esta estrategia era, sin duda, un arma de doble filo, ya que, aparte de permitirle construir una clientela, también podía provocar polémicas que complicaban alcanzar tal objetivo, como la iniciada por Volio.
EL AUTOR ES HISTORIADOR Y MIEMBRO DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN IDENTIDAD Y CULTURA LATINOAMERICANAS DE LA UCR. ESTE ARTÍCULO SINTETIZA ASPECTOS DE UN LIBRO DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN SOBRE LAS CIENCIAS OCULTAS EN COSTA RICA.