¿Quién no ha sentido el crujir de la ansiedad, los tentáculos del apego, o la oscura necesidad de escape?
“Uno no está ni consciente”, reflexiona Elisa Peraza, quien, a sus 23 años, es una de las diez coreógrafas que montaron el espectáculo Calcomanías , del programa Danza Abierta, de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Estrenado a finales del año pasado, este montaje colectivo de danza contemporánea sobre las manías, vuelve al Teatro Montes de Oca (ubicado cerca de la calle de la Amargura, en Montes de Oca) desde hoy y hasta el domingo, en funciones a las 8 p. m.
Reflejo de todos. Por medio de la danza, se hace un recorrido por las diferentes manías que aquejan a las personas, sin importar su género, edad o condición.
“El público podría esperar el reflejo de sí mismo”, agrega Peraza.
“Es un montaje en el que bailan 19 jóvenes y la coreografía está a cargo de 10 de ellos”, cuenta Luis Piedra, director del proyecto.
Aunque Peraza estuvo como guía, los jóvenes fueron los creadores de su obra. “El proceso se inició sin un tema específico. Cada coreógrafo trabajó lo que quiso y analizando la dirección que tomamos todos, nos dimos cuenta de que todos trabajamos las manías que tienen los seres humano”, detalló Peraza.
Ronny Marín, otro de los coreógrafos, resalta el sabor distinto que tiene cada coreografía: “Será acorde con el coreógrafo”. Sin embargo, el espectáculo, de hora y diez minutos, logra mantener la unidad, mientras conserva el estilo propio de cada bailarín.
Creación de estudiantes. Los jóvenes a cargo de la coreografía son estudiantes del programa Danza Abierta de la Universidad de Costa Rica.
Como lo indica su nombre, este programa de formación de bailarines está abierto a muchachos que no necesariamente son estudiantes de la universidad.
“Este es un programa de educación que no tiene un currículum rígido, y al ser tan importante lo emergente, se da la posibilidad a los estudiantes de hacer su propio proyecto”, comentó Piedra.
En este esquema, se le abrió la posibilidad a los estudiantes de hacer, por primera vez, su propio montaje.
“Trabajé con la mayoría del grupo y aprendí que manejar grupos grandes es complicado, pero me gustó muchísimo”, expresó Peraza, quien confiesa que uno de sus mayores retos fue transmitir las sensaciones y el mensaje de manera precisa al público, por medio de diferentes elementos teatrales.
El costo de la entrada es de ¢3.000 para público general y ¢2.000 para estudiantes y ciudadanos de oro. Para más información puede llamar al 2511-4595.