Archivo

La fe que nunca muere

Oleadas de peregrinos marcharon a Cartago

EscucharEscuchar

Todo empezó el 2 de agosto de 1635. Juana Pereira, una mestiza vecina de un barrio pobre de Cartago, se topa con una muñequita de tez morena, sobre una piedra de gran tamaño.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.