El exministro de la Presidencia Marco Vargas afirmó públicamente que la injerencia de Rodrigo Arias en la fracción de diputados del PLN distorsiona la labor del gobierno de Laura Chinchilla.
Así de claro se expresó ayer el exjerarca –quien abandonó el puesto hace solo 10 días– en un artículo de opinión publicado en el diario
Según explicó Vargas, el Congreso sufre un control político “irracional”, provocado por la prematura lucha electoral y por el “efecto distorsionante que implica la insistencia del señor exministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, en mantener vigencia política a través de la fracción oficialista”.
De esa manera se refirió uno de los hombres más cercanos a Chinchilla a la lealtad que casi la mitad de los diputados de Liberación Nacional (PLN) expresa a Arias, quien aspira a ser candidato presidencial para el 2014.
En opinión de Vargas, el activismo electoral de su predecesor empeoró la congestión del proceso legislativo, con lo que el Gobierno resultó perjudicado.
La administración Chinchilla depende de la aprobación de leyes, incluida la reforma tributaria, para alcanzar sus metas en áreas como la seguridad ciudadana y los programas de atención social.
Sin embargo, indicó el exministro de Laura Chinchilla, el Congreso vive un control político “escasamente constructivo”, el cual está motivado por intereses electorales tempraneros.
“En esta legislatura, el control político tiene un común denominador: el examen furibundo y exaltado de la administración Arias Sánchez que contamina, lamentablemente, todo esfuerzo de la administración Chinchilla por alcanzar sus objetivos en la Asamblea Legislativa”, escribió Vargas.
Posteriormente, el extitular de Presidencia indicó que los partidos de oposición no han pasado por alto la injerencia que Rodrigo Arias tiene en la fracción del PLN, lo que motiva su control político.
“Aquí todos deben poner las barbas en remojo y replantear sus objetivos y posponer temporalmente sus cálculos inmediatos en aras del interés público”, indicó Vargas.
El protagonismo de los diputados afines a Rodrigo Arias llegó al grado de que 11 de ellos crearon un grupo aparte, con su propia vocería, dentro del Congreso.
Lo hicieron en protesta por la reelección de Viviana Martín, quien tiene el respaldo de la Presidenta, como jefa de fracción.
Para él, es una desventaja el hecho de que el sistema electoral no permite a los votantes designar en forma directa a los legisladores.
“Ha sido infructuosa cualquier iniciativa para introducir una profunda reforma al sistema electoral y la forma en que se define cada cuatro años la composición de la Asamblea Legislativa”, indicó.
Vargas agregó que el Gobierno sufre por las exigencias particulares de los diputados a la hora de negociar.
Para el analista, Rodrigo Arias no ha obstaculizado al Gobierno, sino que se ha concentrado en proyectar la imagen de que guarda poder político.
“Yo no veo que, hasta el día de hoy, se haya usado la fracción para chantajear al Gobierno”, comentó.
Por otra parte, Urcuyo opinó que todo gobernante debe aguantar el control político, aunque coincidió con Vargas en que, en este caso, la presión ha sido contra la administración de Óscar Arias y no contra la actual. Ello se debe, dijo, a que varios sectores se oponen a la continuidad de los Arias.