Estilo de vida del tico demanda más agua de la que el país tiene

A pesar de que en Costa Rica el 75% del territorio tiene capacidad para la recarga acuífera y llueve durante buena parte del año, al tico no le alcanza el agua que tiene en su territorio para satisfacer sus necesidades de consumo y producción.

Según el estudio internacional La huella del agua, liderado por los expertos holandeses Mesfin Mekonnen y Arjen Hoekstra, el estilo de vida del costarricense está generando un déficit del 31,2% con respecto al agua que le puede dar el planeta en relación con el territorio en que vive.

Así, mientras la huella del agua promedio per cápita en el mundo es de 1.385 metros cúbicos por año, en Costa Rica cada habitante consume un promedio de 1.490 metros cúbicos por año; es decir, cerca del 8% más que el ser humano promedio.

¿Qué es esta huella? La huella del agua toma en cuenta tanto la producción como el consumo del líquido vital en un territorio. Para su comprensión, se subdivide en tres apartados: la huella verde, la huella azul y la huella gris.

La verde toma en cuenta toda el agua de lluvia que es requerida y consumida especialmente por bosques y plantaciones. Esta huella se mide en megámetros cúbicos (Mm³). Un megámetro cúbico equivale a un trillón de litros.

En Costa Rica esta huella es de 5.412 Mm³.

La huella azul es el agua fresca proveniente de fuentes superficiales y subterráneas que se emplea tanto para consumo humano como para procesos de producción. En nuestro país, esta es de 428 Mm³.

Finalmente, la huella gris es la relacionada con el agua necesaria para asimilar la contaminación o para realizar las labores de limpiezas. Esta huella en Costa Rica es de 1.437 megámetros cúbicos.

Los datos de la investigación abarcaron de 1996 a 2005 y fueron obtenidos de fuentes oficiales, o calculados mediante distintas metodologías, que explican en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Al comparar estos datos con los del resto de países centroamericanos, se concluye que Costa Rica es el país de la región donde más agua se utiliza para asimilar la contaminación y también donde las personas y los procesos productivos más la utilizan. En cuanto al agua que se usa en cultivos (huella verde), Guatemala y Nicaragua superan el país.

Los científicos remarcaron la importancia de medir periódicamente el consumo de agua en todos los procesos productivos de un país y el utilizar metodologías que permita hacer comparaciones con otros.

Estudios anteriores similares, como el de la huella ecológica realizado por el Estado de la nación, ya habían señalado que el estilo de vida del costarricense promedio es insostenible, y que se están consumiendo más recursos de los que nuestro territorio nos puede brindar.

Ese déficit se cubre mediante la importación de bienes y servicios de otros países, donde la huella ecológica y la huella del agua pueden tener un superávit.

“Las conclusiones de este estudio refuerzan la tendencia que hemos visto también en campos como energía, uso del suelo y agricultura, donde el país supera los patrones de un uso sostenible. Hemos hecho grandes avances, pero aún tenemos retos, como tratar las aguas antes de tirarlas a los ríos y medir la capacidad hídrica del país”, indicó Leonardo Merino, investigador del apartado ambiental del Estado de la nación.