La escolaridad promedio de la población adulta costarricense aumentó a 8,9 años en el 2011.
El dato, que abarca a las personas de 18 a 64 años, refleja un avance de 1,8 años en las últimas dos décadas, según revela el decimoctavo informe Estado de la Nación.
La investigadora Natalia Morales dijo que el país necesita acelerar el paso de los avances. “Que el país tarde casi diez años en aumentar un año de escolaridad es insuficiente. Para llegar a los 11 años de educación secundaria, nos va a tomar 20 años más”, explicó Morales.
Esta opinión la comparte Jorge Vargas Cullell, director a. í. del Programa Estado de la Nación, quien indicó que el progreso es “muy lento y muy tarde”.
“Es lento porque lo que hemos ganado es poco menos de dos años de escolaridad en dos décadas. Una tercera parte de la fuerza de trabajo es gente que tiene secundaria y dos terceras partes no. Estos datos no alcanzan para cambiar ese perfil”, explicó Vargas.
“Es tarde en razón de nuestro avanzado proceso de transición demográfica y también en relación con los países con los que estamos compitiendo, como Chile”, añadió el experto.
Asimismo, aseguró que, como país que intenta apostarle al alto valor agregado para insertarse en la economía global, Costa Rica necesita incrementar el porcentaje de jóvenes con, al menos, 11 años de escolaridad.
Alfabetismo. Por otro lado, el documento revela mejoras en la tasa de analfabetismo que se redujo a un 2,4% a nivel nacional, del 4,8% que había en el 2000.
Este dato aún varía mucho según la región: en la Huetar Norte es de un 5,2%, frente al 1,3% que se registra en la Gran Área Metropolitana (GAM).
Sin embargo, el informe asegura que las brechas de analfabetismo también mejoraron en la última década.
“Mientras que en el año 2000 la diferencia entre Montes de Oca y Talamanca era de 14,4 puntos porcentuales, en el 2011 la brecha fue de 6,3 puntos”, indica el documento.
“El país ha seguido ampliando la cobertura de los distintos niveles (excepto en los dos últimos de secundaria), lo que se ha traducido en incrementos generalizados de la tasa de alfabetismo a largo plazo”, concluye.