Ana Broennimann www.anabro.com/gallery
El cuadro Ramas grises forma parte de la serie de diez dípticos de acuarelas denominada Otoño , que se expone durante octubre y noviembre en el Country Art Café del Costa Rica Country Club y que organiza la Galería Valanti. La obra data de este año, mide 29 cm x 76 cm y la ejecuté sobre papel de algodón hecho a mano.
En contraste con la intensidad y el colorido de mis cuadros hechos con acrílico, esta obra brinda otra faceta de mi desarrollo como artista, en la que he querido hacer un sencillo homenaje a la vida y expresar mi gratitud por lo mucho que he recibido.
Me ha parecido que la forma más natural de abordar este proyecto es recurrir a la técnica de la acuarela aplicada de forma pura –sin mezcla de ningún otro medio o recurso– sobre papel de algodón hecho a mano y previamente trabajado en relieve.
Este texturizado es lo que marca mi sello personal en la pintura terminada ya que el diseño de líneas queda definido desde la manufactura del papel; así, cada pliego es único.
La red de líneas marcadas como surcos sobre el soporte determina la composición del cuadro; al mismo tiempo, la superficie adquiere una apariencia aterciopelada debida a la preparación, lo que se traduce en un tenue colorido cuando recibe la acuarela, de por sí suave. Esta aplicación difiere del trabajo tradicional en esta técnica.
Después de pintar durante 20 años la exuberancia de la flora de Costa Rica, he llegado a amar esa apariencia inerte que adquieren los árboles cuando caen sus hojas, pero que también está cargada de una nostálgica belleza.
He querido también encerrar este Otoño en un pequeño libro de poemas ilustrado con pinturas como esta. Es el otoño de mi vida, aquí, donde me establecí: las tierras tropicales en las que desaparece el follaje y quedan ramas grises para luego reverdecer casi de forma mágica.
Hice un poema para acompañar cada díptico, tratando de expresar mis pensamientos y sentimientos tal y como surgen de mi alma, como una propuesta integral y más amplia de sensaciones.
Deseo realizar cuadros evocadores de pensamientos y palabras enlazadas que transporten una imagen. Espero que juntos lleguen a generar, en el observador y el lector, el sutil sentimiento que me produjo el realizarlos.
Ese es un concepto que me ha llamado la atención en las pinturas orientales de tinta acompañadas de los haikus japoneses, formas poéticas cortas ,mas perfectamente estructuradas. Por el contrario, mi poesía es muy libre, sin una métrica específica.
En mi obra comparo el ciclo natural de los árboles con el de los seres humanos como una invitación a reflexionar sobre el paso del tiempo y lo vivido.
Considero que tomar conciencia de que somos una parte cambiante del universo nos conduce a la aceptación de nuestra circunstancia, a la armonía, a saber que todo es pasajero.
El díptico de Ramas grises se complementa con el poema Cambio : “Acepta el cambio como única constante en tu existencia / para poder vivirla plenamente; lo que hoy tienes pasará, / sea dicha o sea tristeza, amor o soledad, fracaso o gloria, / y, en un ciclo sin fin, sabe que todo a ti regresará / cuando menos lo esperes. / No te aferres a ninguna circunstancia, consciente de tu tiempo limitado; / palpa la esencia del instante que posees / antes de que se convierta en tu pasado”.