Por las celosías de la sala entra la brisa de media tarde, empuja las delgadas cortinas blancas y choca con los ojos cerrados de 35 personas sentadas en el piso.
Es un grupo heterogéneo: cuando empezó la actividad, solo diez personas confesaron haber meditado antes. Otros, como Leonardo Cordero, quien es un médico ayurveda (que busca balancear las fuerzas en un organismo), se notan más experimentados.
“Abran sus ojos lentamente, a su propio ritmo”, guía la voz tranquila de Emma Zamora.
La treintena de personas miran alrededor, todavía sedados por los 30 minutos de concentración. Regresan poco a poco del hechizo del silencio.
Tras dos horas de meditación y ejercicios de respiración para “sintonizar las vibraciones del cuerpo”, la sesión finalizó.
Así, Costa Rica se unió a cientos de ciudades americanas en “América Medita”, una actividad masiva y simultánea de meditación que se extiende por todo el continente.
“Con este ratito de hoy, todos nosotros hemos puesto nuestro granito de arena para la paz del mundo”, concluyó Emma, directora de El Arte de Vivir.
Una vida de paz
La tesis de la fundación El Arte de Vivir es simple: comenzar con el cambio en cada persona para dar un giro hacia una sociedad más pacífica.
En el 2009 se gestó una idea: ¿qué tal si logramos coordinar una meditación que mueva a personas en toda América? ¿qué tal si embarcamos a miles en una cruzada por la paz?
Hace dos años, fueron 20.000 individuos en todo el continente. El año pasado, solo Argetina superó los 17.000 participantes en una jornada por la armonía mundial. ¿Y para qué? “Es como una reacción en cadena, como el proverbio que dice que el aleteo de una mariposa se siente al otro lado del mundo”, explica la física Milena Guevara, voluntaria en la fundación. Hasta dónde llega esta “cura”, es complicado saberlo. Pero este año fueron decenas de miles en más de 100 ciudades, desde Canadá hasta Chile.
Giro espiritual
La meditación se popularizó en el país de la mano del yoga, pero poco a poco ha ido ganando su espacio entre los costarricenses.
El 30 de setiembre, más de 150 personas se reunieron en la Universidad de Costa Rica, para una sesión a cargo del grupo Gnosis.
Actualmente, una decena de organizaciones ofrecen talleres, retiros y cursos para entrar en la onda de la meditación. Tal vez la violencia en el país no se solucione en dos horas, pero sin duda es mejor que invertirlas en la compra de un rifle.