Sobre el desarrollo económico de la República Popular de China, hay numerosos cuentos o narraciones que pueden ser clasificados en tres tipos: el primero es estrictamente monetario; el segundo, menos estrecho, envuelve el sector o mercado financiero más amplio; y el tercero se refiere a organización de la economía.
El aspecto monetario fue enfocado recientemente en un artículo del semanario británico TheEconomist (20/1/11), traducido por Gerardo Chaves para LaNación; la perspectiva financiera es comparable a la que aplica un editorial del mismo periódico al caso de Costa Rica (24/1/11); y se presenta un informe sobre lo organizacional en Wikipedia, la enciclopedia gratuita del Internet. Voy a comentar brevemente cada uno de ellos, para que los lectores y lectoras formen opinión al respecto y busquen más datos por su propia parte para mejorarla.
Cada yuan chino vale casi cinco dólares norteamericanos. Las autoridades monetarias de Estados Unidos se quejan de que esa tasa es manipulada a la baja por las de China, para estimular importaciones del primer país al segundo. En cambio a los chinos les resiente que el dólar sea la moneda alrededor de –o con base en– la cual se mueven las economías de la mayoría de los países; y señalan que los norteamericanos han manejado sus déficits irresponsablemente, generando inflación mundial.
Efectos en el comercio. Al considerar las relaciones de China con otros países, especialmente los menos desarrollados, surge una serie de efectos en el comercio y los movimientos internacionales de capital que son una delicia para los analistas económicos; los cuales, para la gente en general, son más difíciles que hablar en chino.
Respecto al mercado financiero, tomamos el caso de Costa Rica para servir de ejemplo de cómo nos pueden afectar esos flujos y acumulaciones. LaNación ofrece un comentario relevante en el editorial arriba citado; pero se debe aclarar que se basa en parte de un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Dicho estudio es un pronóstico sobre el mercado financiero de 2011; y el editorialista toma básicamente lo correspondiente al primer trimestre, cuya tendencia no debe ser confundida con la del año entero. Se refiere a tres componentes: lo correspondiente al Fondo de Capitalización Laboral (FCL); el endeudamiento externo del sector público; pero no toma en cuenta el eventual déficit comercial externo. Estos tres factores afectan los flujos y acumulaciones derivados de las relaciones con China; las cuales aumentan cada vez más e influyen en el tipo de cambio y las tasas de interés.
En cuanto a organización, mientras en la producción intervienen cada vez más empresas privadas, inclusive extranjeras, el estado controla el 98% de los activos bancarios, distribuidos así:
El Banco del Pueblo Chino cumple las funciones de banco central: emite moneda y controla su circulación. También maneja los presupuestos, ingresos y gastos de instituciones públicas.
Además, canaliza el comercio exterior y otras transacciones internacionales.
El Banco de China, con varias sucursales en diferentes países, transfiere remesas de ciudadanos chinos y otras personas desde el exterior.
El Banco de Desarrollo de China financia proyectos de desarrollo y dirige la inversión extranjera.
El Banco de Agricultura China provee de fondos para ese sector de la economía nacional.
El Banco de Construcción de China moviliza la financiación especialmente para construcciones del sector industrial.
El Banco Comercial de China realiza operaciones comerciales y custodia ahorros de las personas.
Esa estructura permite lograr tres objetivos importantes para el desarrollo: abaratar los costos financieros de producción, dirigir la economía con miras a mayor racionalidad en el largo plazo y evitar o limitar la fuga de excedentes al exterior.