La Asociación de Cafés Finos de Costa Rica abrirá una certificación para las cafeterías nacionales, cuyo fin es garantizar al consumidor la calidad del sitio y el producto.
La certificación se desarrollará y entregará en coordinación con el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé). Actualmente está en la etapa de definición de requisitos y otros aspectos que se le exigirán a las cafeterías antes de obtener y exhibir la acreditación.
Las organizaciones definen el símbolo que distinguirá la acreditación oficial y los diversos niveles de calidad. Por ejemplo, podría distinguirse por una cuchara, dos cucharas, una taza, dos tazas u otros distintivos relacionados con el sector de cafeterías.
Ese nuevo paso se enmarca dentro de los esfuerzos por mejorar y aumentar el consumo local del café de alta calidad, explicó Noelia Villalobos, directora ejecutiva de Asociación de Cafés Finos.
Dicha organización, que nació en 1993, se ha dedicado a promocionar la calidad del café nacional, pero con mayor énfasis en los mercados internacionales.
Promueve la participación en ferias del ramo en diferentes países, concursos para incentivar al productor y aumentar la calidad del grano, como Taza de la Excelencia, talleres de preparación para productores y profesionales en la preparación de bebidas (barismo).
Actualmente ofrece talleres de cata del grano y cursos introductorios de barismo, y en los próximos meses abrirá uno intermedio.
En los dos casos, los talleres y cursos son avalados por el Icafé y sirven para acreditarse oficialmente ante esa institución.
Esa condición permite a las empresas formar parte de la organización y, con ello, el derecho a participar en varias actividades.
Adquieren el derecho de que se les realicen consultorías, recibirán contacto directo con los productores y tendrán un espacio gratuito en los cursos introductorios de barismo, resaltó Villalobos.
Varias firmas que agrupan a productores y son propietarias de beneficios de café tienen ya contacto directo con cafeterías y les venden presentaciones del productos de alta calidad.
Uno de los casos es CoopeDota, una cooperativa que suministra el producto tipo
Villalobos detalló que esa relación directa con las empresas de productores y de beneficios incrementó la calidad del café que se ofrece en Costa Rica.
Además, muchos de los propietarios de las cafeterías son baristas profesionales, lo que también distingue y resalta la calidad.
Todo esto lleva a la necesidad de crear la acreditación para que el público distinga esos lugares.