Quepos, Aguirre. El Ministerio de Salud otorgó este viernes un permiso temporal para el funcionamiento del Hogar de Ancianos San Francisco de Asís, vencido desde el 28 de noviembre anterior.
La medida trae un poco de tranquilidad a la Administración de la institución, ubicada en la ciudad de Quepos, Aguirre, ya que la falta del aval impedía recibir recursos para atender a los 22 adultos mayores.
Ni el Consejo Nacional para la Persona Adulta Mayor (Conapam), ni la Junta de Protección Social (JPS) podían depositar el subsidio utilizado para funcionar y realizar las mejoras que el lugar necesita.
El hogar requiere con urgencia trabajos de mejora en la instalación eléctrica y la infraestructura, así como remodelar los baños.
“Llevamos casi un mes funcionando con las donaciones que la gente del pueblo nos brinda, además de algunas reservas de dinero que el asilo tiene”, comentó la directora, Mayela González.
El jueves, Fernando Morales, presidente del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), dijo que tratarían de ayudar para que el hogar recibiera el visto bueno de manera temporal.
Explicó que solicitarán al Consejo revisar el caso de este hogar de ancianos, para ver cómo se le puede ayudar a lleva a cabo las mejoras que necesita para funcionar.
Peligro latente. La directora explicó que el local fue construido a un lado de la carretera Costanera Sur, poco antes del río Paquita. Con los años, el camino de lastre se convirtió en una de las vías más importantes de acceso a la zona sur de país.
“Para hacer la obra, se subió el nivel de la vía. El edificio empezó a verse afectado por inundaciones. En varias ocasiones, durante el invierno, hemos tenido que venir con carros de rescate para sacar a los viejitos, porque el agua sube”, dijo.
Un informe de la Comisión de Emergencias, redactado por el especialista en prevención de desastres Lidier Esquivel, ratificó que el lugar está en una zona donde el desborde del río produce problemas.
Hace seis meses, la Municipalidad y empresarios de Aguirre empezaron a trabajar en la posible reubicación. Se localizó un lote con obra gris, pero “se descartó porque la inversión supera los ¢28 millones y el edificio no es propiedad del asilo. Sería tirar a la basura el dinero”, finalizó González.