La reciente destitución de Henning Jensen como vicerrector de Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR) ha tenido el efecto de generar un amplio debate en dicha institución, centrado tanto en las circunstancias en que se produjo la separación del cargo de ese funcionario, como en temas afines, relacionados con la libertad de cátedra, la autonomía universitaria y las condiciones del préstamo del Consejo Nacional de Rectores (Conare) con el Banco Mundial.
Uno de los efectos de este debate ha sido que otros asuntos de suma importancia han quedado relegados, como es el caso de la “Propuesta de reforma al Estatuto Orgánico para integrar al sector administrativo dentro de las instancias colegiadas de la UCR”. De ser aprobada esta iniciativa, reforzaría enormemente la posición de poder de ese sector en todo el quehacer universitario. Por tanto, sería más que oportuno que los actuales aspirantes a la Rectoría se pronuncien acerca de esa propuesta, pero no de manera ambigua, como suelen hacer los candidatos a puestos públicos en tales ocasiones, sino de forma clara y directa, y con una adecuada fundamentación de las razones por las cuales apoyan o rechazan una reforma al Estatuto Orgánico que, si es acogida, impactaría profundamente la estructura y el funcionamiento de la UCR.
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