Con el objetivo de proteger el área del país que provee de agua potable al 53% de la población y es fuente para la producción del 46% de la energía hidroeléctrica nacional, la Unesco quintuplicó ayer el tamaño de la Reserva de la Biosfera de la Cordillera Volcánica Central.
Esta reserva ahora tiene 536.712 hectáreas más, ya que pasó de tener 114.206 hectáreas en 1988 a 650.918 hectáreas en la actualidad. Precisamente aquel año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la creó por considerarla el sitio con la mayor variación climática y topográfica del país.
“La ampliación de la Reserva de la Cordillera Volcánica Central, que ahora incluye a la ciudad de San José, permitirá mejorar la gestión sostenible de una de las regiones más ricas del país por sus recursos naturales y su patrimonio cultural”, detalló el panel de expertos de la Unesco, reunido en la sede central en París.
La reserva está en el centro del territorio nacional. Su diversidad topográfica y climática le permite la protección de una alta diversidad de ecosistemas con gran riqueza, aseguró Olga Durán, del Área de Conservación Cordillera Volcánica Central (ACCVC).
En esta reserva, el núcleo estará compuesto por los parques nacionales con cuatro de los principales volcanes del país: Irazú, Poás, Barba y Turrialba. También se incluyó en esta área central a la Reserva Forestal Cordillera Volcánica Central, la Reserva Biológica Alberto Manuel Brenes de San Ramón, la Reserva Forestal Grecia y al Monumento Nacional Guayabo.
Por otra parte, en la zona de amortiguamiento –o corredores biológicos–, Unesco apoyó que se agregaran a los Cerros de la Carpintera, los llamados cerros de Atenas y de Escazú , y los ríos Tiribí, Navarro y Sombrero, entre otros.
Finalmente, en la zona de transición se incorporaron múltiples ciudades, donde viven unos tres millones de habitantes. “Deberán adoptar las medidas más sanas para cuidar de su entorno”, recomendó la Unesco.
Entre estas ciudades se destacan las cabeceras de provincias como Heredia, Alajuela y Cartago, así como Grecia, Sarchí, Atenas, San Ramón, Naranjo, Palmares, Paraíso, Turrialba, Capellades, Juan Viñas y Pacayas.
Aunque la declaratoria de la Unesco no es vinculante, normalmente sí se aplica como referencia internacional en la toma de decisiones, como la construcción de acueductos, los planes de manejo de los parques y la creación de carreteras y residencias.
La ampliación de la Reserva de la Cordillera Volcánica Central fue una de las cinco aprobadas ayer.