Los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) dejaron ayer avisado al Gobierno de que no apoyarán ningún mecanismo de vía rápida en la futura discusión del proyecto de Ley General de Electricidad.
El texto de esa iniciativa apenas está en proceso de revisión y podría llegar a manos de los diputados en agosto, como parte de los proyectos que impulsará el Poder Ejecutivo en el período de sesiones extraordinarias que se extiende hasta diciembre.
La advertencia la hizo la fracción del PUSC durante la reunión que sostuvo este viernes con la presidenta, Laura Chinchilla, y el ministro de la Presidencia, Marco Vargas, en la Casa Presidencial.
“La fracción solicitó que se analice (el plan) en el marco de una comisión mixta, con expertos independientes, que aporten y enriquezcan la propuesta. De igual forma, se rechaza de plano cualquier trámite rápido que se le quiera dar a la iniciativa pues la discusión debe ser con profundidad y total transparencia”, manifestaron los socialcristianos en un comunicado de prensa.
El de ayer fue el tercer encuentro de la ronda de negociaciones que Chinchilla sostiene con los grupos opositores para informarles del rumbo que lleva la Ley General de Electricidad.
Anteriormente, conversó con los representantes del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Movimiento Libertario.
Los rojiazules aprovecharon para plantearle a la mandataria su preocupación por el traslado de presupuesto de los programas de erradicación de tugurios a otros planes, como el de las redes de cuido. Así ocurrió con el presupuesto extraordinario aprobado en junio, al cual se le redujeron ¢2.200 millones en el renglón de erradicación de tugurios.
Para la próxima semana están en agenda reuniones con cuatro fracciones legislativas más.