El presidente del Congreso, Luis Gerardo Villanueva, y su comisión especial dedicada a la compra de la nueva sede legislativa empezaron la repartición de espacios, e incluso tienen claro cómo será el nuevo plenario, solo falta que el BCIE compre el edificio de $30 millones.
Rocío Cerdas, nombrada como encargada de la comisión que trabaja en la compra del nuevo edificio para el Congreso, visitó ayer la obra en construcción que podría llegar a ser sede del Parlamento, y pintó posibilidades en el aire sobre los nuevos espacios legislativos.
El nuevo edificio, explicó Cerdas, tendría el plenario en el sexto piso, al igual que locales para las comisiones permanentes.
En este punto, Villanueva explicó que espera que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) construya un plenario en semiluna, con espacios a las espaldas de la mesa principal para los invitados, y una distribución clásica de frente, “como los grandes parlamentos”, dijo.
Además, este sexto piso, en la parte más alta del inmueble, contaría con espaciosas salas de prensa y una barra del público donde los ciudadanos no estén hacinados.
En el quinto, cuarto y tercer pisos estarían los despachos de los diputados, con espacio suficiente para sus asesores, señaló Cerdas.
El segundo piso tendría espacios comunes, dos auditorios, dos cafeterías y una soda.
Villanueva señaló que cada despacho en el nuevo edificio legislativo tendría un área de 108 metros cuadrados, lo suficiente para disponer de un buen sitio de trabajo.
Agregó que el jueves le planteará a los jefes de bancada de la Asamblea la creación de una comisión legislativa que acompañe el proceso de compra del inmueble.
De esta manera se garantiza un proceso transparente, señaló el jerarca legislativo.
Este proceso está enmarcado en el contrato que el Congreso firmó con el BCIE dos años atrás.
Este convenio plantea que el edificio lo compre el BCIE y que la Asamblea lo alquile por un período de 15 años. Luego de este lapso, el Congreso podrá comprar el inmueble en un precio a convenir.