San José (Redacción). Con música, obras de teatro, cantos, bailes, un show de luces y su tradicional juego de pólvora, el Museo de los Niños arrancó los festejos de la época navideña. Como ya es tradición desde hace 12 años, 4.000 bombillas iluminan la fachada del llamado "Castillo de los Sueños", que décadas atrás fue más bien cárcel para muchos costarricenses.
Durante más de hora y media, cerca de diez mil costarricenses disfrutaron de un espectáculo, que esta noche llevó como mensaje "dar un regalo y de fe". Por primera vez, este año toda la música fue original y su mensaje fue no dejarse vencer por las dificultades al tratar de alcanzar nuestros sueños.
La noche, fría y ventosa y con una leve llovizna, reunió a miles de familias de todas partes del país.
Tal es el caso de las familias Calderón y Madrigal, ambas vecinas de Coronado, que cada año se ponen de acuerdo para participar de esta fiesta.
"Estuvo muy bonito. Me gustó más que otros años la música y el juego de pólvora", comentó, Daniela Calderón, de 12 años.
El punto fuerte de la noche fue sin duda la iluminación del castillo, que no solo se vio animada por las 4.000 bombillas, si no también por un show de proyecciones de luz sobre la fachada del museo, y por un juego de pólvora que emocionó a los presentes.
Según comentó Ronny Jiménez, de la oficina de prensa del Museo de los Niños, el juego de pólvora tuvo alrededor de 7 200 detonaciones desde 7 puntos diferentes del Museo. Además, se utilizaron 32 cañones de luz.
El espectáculo ilusionó a personas de todas las edades:
"Es la primera vez que vengo. Vine con mi nieta de cinco años. No me imaginé que pudiera ser tan bonito", manifestó Argentina Brenes, vecina de Guadalupe.
"Me gustaron mucho las luces, los personajes y cómo actuaron", dijo José Fabio Zúñiga, de 8 años y vecino del Barrio Corazón de Jesús, de San José.