Luego de hacer un seguimiento a su trayectoria, los científicos advirtieron de que esta alteración podría hacer que las mariposas se pierdan en primavera al emprender su camino de vuelta hacia el este de EE.UU., de donde provienen.
Anualmente, al aproximarse el invierno, millones de monarcas realizan una espectacular migración de unos 4.000 km desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de pino y oyamel en México.
Este ritual ha cautivado la atención de los científicos porque no puede ser un comportamiento aprendido por los insectos, pues estas mariposas viven menos de un año. Ellas migran porque no aguantan el frío norteamericano.
Cuatro generaciones después, son las mariposas monarca “bisnietas” las que emprenden el mismo viaje hacia México para protegerse del frío.