El Poder Ejecutivo anunció ayer el envío al Congreso del proyecto que revive la fertilización in vitro (FIV) en el país, y así cumple con la condena que pesa sobre Costa Rica por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El 20 de diciembre se dio a conocer que la Corte condenaba al país a restaurar la técnica de fecundación asistida y que daba al Estado un plazo de 12 meses para ello.
La sentencia se dio en vista de que, desde el año 2000, la Sala Constitucional prohibió la implementación de la técnica por no existir un marco legal adecuado.
Cada mes que pasa, el Gobierno y el Congreso se acercan a la fecha límite, en un tema que genera polémica por la discusión en torno a si se vulnera el derecho a la vida con la FIV, debido a que existe la posibilidad de que óvulos fecundados se pierdan en el proceso.
Ayer la presidenta de la República, Laura Chinchilla, y la ministra de Salud, Daisy Corrales, firmaron el plan de ley que permite la fecundación, el congelamiento de embriones y su donación luego de un plazo máximo de diez años.
“Estamos cumpliendo, como corresponde a un Estado de derecho, con la sentencia que hace unos meses fue anunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, afirmó Chinchilla.
La mandataria agregó que la Caja Costarricense de Seguro Social ha venido trabajando en los protocolos que permitan el acceso a la técnica de fertilización.
Chinchilla envió el proyecto de ley, acompañado de una carta dirigida al presidente del Congreso, Víctor Emilio Granados, en la que le recordaba la urgencia de cumplir con el plazo de la sentencia.
Polémico. Sin embargo, este nuevo proyecto contiene puntos que lo ponen desde ya cuesta arriba para su aprobación, debido a las posiciones férreas esgrimidas, especialmente, desde la curul del diputado evangélico Carlos Avendaño.
Avendaño atacó ayer mismo el hecho de que se permita el congelamiento de embriones.
“No vamos a permitir el congelamiento, el desecho, la comercialización, la experimentación, el almacenamiento y el vientre subrogado (sustituto) o cualquier otra fórmula que atente contra la vida”, recalcó el legislador.
Si se toma en cuenta que un solo diputado puede paralizar el plenario legislativo a punta de mociones, el panorama para el plan de ley del Gobierno no es claro.
Avendaño se apoya en la posición de médicos como Alberto Ferrero, de la Asociación para la Defensa de la Vida, quien señaló que la FIV “atenta contra el respeto y contra el derecho de la vida de los embriones, en el tanto habrá embriones que van a ser congelados, cuyo destino será incierto”.