La energía atómica es prescindible, destaca. Para probarlo, aborda cada uno de los argumentos de los simpatizantes de la tecnología nuclear.
Uno de ellos es que la energía eólica y la solar generan electricidad en cantidades irregulares, algo que hace necesario la producción constante y fiable de los reactores nucleares.
“El problema se puede solucionar si se crean sistemas para almacenar los excedentes de energía, con el fin de alimentar después la red cuando haya altibajos (en la generación)”, comentó Günther.
Además, la energía de plantas que funcionan con gas pueden ser otra alternativa en esos casos.
Después hace referencia al argumento de que las redes existentes no son suficientes para el abastecimiento con otras energías. “Se necesitan soluciones inteligentes, por ejemplo el recortar el suministro en regiones donde hay sobrecapacidades. El sector de la energía nuclear produce ya hoy en parte demasiado”, dice.
Si el gobierno apuesta por más eficiencia energética se puede reducir el consumo eléctrico, añade.
Günther también descarta la idea de alternar la energía atómica con las renovables, cuando la generación de éstas últimas lo permita.
“La energía nuclear no es lo suficientemente flexible para poder reducir su producción a menos del 50 por ciento cuando haya mucho viento", señala como ejemplo.