Retratos del Dr. William Paer en su casa de habitacion en Rohmoser Pavas para la seccion Cero Poses de la Tv. Guia.17/7/12. (JORGE CASTILLO)
Era un gringuito, porque siempre hablaba inglés, aunque no era machito ni tenía grandes los pies. El doctor William Paer, psicólogo clínico, volvió a Estados Unidos y regresó a Tiquicia con sus dos retoños, Jill y Adam, confiados a su custodia tras su divorcio de una dama de cuyo nombre, por lo que parece, no quiere acordarse.
Ya tiene 37 años de haber nacido otra vez, aquí en “coustarica”, una tierra a la que ama con sus entrañas y a la que añora tal como la conoció: “ingenua, sencilla, alegre, exitosa, rica, rural, feliz y gloriosa.”
En Estados Unidos vendió todos sus “cheverecos” y aquí compró una casa en Rohrmoser, donde había una hilera de “palos” que daban unos frutos como gotas de néctar y le inspiraron una canción:
Apenas aprendió español y aprobó el examen de incorporación al Colegio de Médicos, comenzó una labor titánica para demostrar a los ticos, que si este no era el paraíso, por lo menos era una sucursal.
Fue a Canal 13 a promocionar su organización
El Dr. Paer es un “carajo como cualquier otro, un tico de la pelota”, que se atreve a decir su verdad y por eso –unas veces– cae gordo con sus maneras ampulosas y su gritería.
Por cierto, ahora está empeñado en promocionar su ópera prima, el audiolibro
Es que este Dr. Paer es un ciudadano de a pie, que estruja el idioma pero le habla al tico con el corazón.
--¿Todavía es el tico más tico?
--Sí. Tengo 78 años y 37 de vivir en Coustarica. Yo digo que nací cuando vine a este país. Es que yo, yo, soy uno de los más agradecidos por vivir tantos años de la gloria de Coustarica, que ya desapareció.
--La Coustarica simpática, gloriousa en el sentido de que había una atmósfera de abundancia sin plata; la Coustarica que perteneció a los ticos y todos decían: aquí no hay miseria. Había comida abundante y gratis, nunca pagar por jocotes, por naranjas, por chaiotes…estábamos rodeados de abundancia…¡por favor!.
--Por el modernismo; se llenó de irrespeto. Antes lo que valía era la persona y se reflejaba en la manera de hablar; la tecnología no importaba y el tico podía expresar su ingenuidad.
--El país retrocede, perdimos la oportunidad de vivir felices; este país es agüevada y estamos llenos de mentiras, intentos de engañar y defraudar y nada es accesible, todo es caro.
--Yo digo…¡aaahhhh!, esos insensibles hijueputas que me dicen eso. Yo estar aquí…mi vida está aquí; todavía tengo condiciones para realizarme en Coustarica, ahora escribo, esa es mi pasión.
--Mi manera de contestar es que fue un milagro venir a Coustarica, fue mi epifanía. Yo vivía en San Diego, estaba muy inquieto por ser padre soltero de dos hijos –Jill y Adam– quería apartarlos de la droga y la pornografía. Un señor de Chicago me llamó y me dijo que él venía aquí y yo digo a este señor ‘¿por dónde va usted a Coustarica?’ porque voy a ver de que se trata ese gran país que él encontró y llegué y me quedé tres semanas. Solo se vive una vez y si no se actúa ahora ¿cuándo lo va a hacer?.
--Me sentí relajado en brazos de una mamá amourosa; había dos millones de ticos que amaban este país. La manera de hablar en diminutivos, conpermisito, hablar como bebés, eso fue muy agradable y era un trato que no conocía en mi vida. Todo eso se perdió, ahora hay odio, hay rabia, la cortesía es fingida, no es natural; en la calle cuando una persona alzaba la voz todo el mundo se volvía molesto. Levantar la voz era mal visto y la gente decía: ¡No me grite…no me grite!
-- Es una mentira, es lo que experimento. Somos tristes, deprimidos, insolentes, mal guiados. No estoy contento con el rumbo que hemos cogido, es muy externalizado en chunches, en dinero, se le llama progreso pero es realmente deterioro.
--¿Usted es psicólogo de verdad?
--Tengo bachillerato, máster y doctorado en eso. Me gradué de una universidad en Pennsylvania; estudié administración de negocios y aquí me incorporé al Colegio de Médicos. No había colegio de psicólogos y participé en su fundación, tengo el carné número 28. Soy el más viejo del país en ejercicio.
--Allá por 1980 o 1981 fundé Padres sin Pareja y fui a Canal 13 para promover esa organización; cuando me conocieron un poquito me ofrecieron mi propio programa y produje A favor de la persona.
--¿Qué tal le fue ahí?
-- Me echaron. Me acusaron de cosas ridículas, incumplieron las promesas. Entonces hice la Fundación Finca, Hogar, Escuela, que era una propuesta para renovar y reformar el sistema educativo coustaricense; escribí una canción que se llamaba ¿Cómo puede ser?, contra el maltrato infantil, que fue interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional con arreglos musicales de Carlos Guzmán, de Gaviota.
--Tuve mi época en la farándula de Nueva York, escribí canciones y canté al estilo de Frank Sinatra. Canté con la orquesta de Julio Barquero; hace poco grabé con Lubín Barahona.
--Sí. Grabé en INDICA un disco de 45 r.p.m.; por un lado en español cantaban Omar Briceño y Cristina Gutiérrez; por el otro yo en inglés. Tenía la ilusión de juntar plata para mi proyecto pero me atacaron de todos lados; la Presidenta y un abogado del PANI me amenazaron…hasta extorsionista me dijeron.
--Entramos a Canal 19 con A favor de la persona y ¡Qué rico!, que nació ahí. Duramos muchos años. Después inventamos ¡Idiay¡, en Canal 4. En Canal 19 producíamos varios programas diarios de diferentes temas: meditación, interpretación de sueños, reflexiones, consejos, deportes, mujeres, decoración y yo tenía el de carpintería para aficionados.
--El Especial navideño coustaricense, en Canal 6. Empezamos en 1989 y fue increíble porque me obligó a vivir una semana en los 80 cantones; cada año hacíamos ocho cantones para contarle a la gente la idiosincrasia y cómo vivían la Navidad. En ese tiempo Santa Claus no existía, pero sí el portal e ir a buscar lana para adornarlo.
--Tuve programas en varias emisoras de radio y escribí unos siete libros con el tema de la psicología; redacté un guion para una película que nunca se filmó y en Estados Unidos escribí para grandes empresas.
--Yo diría que soy exuberante; algunos me dicen extrovertido pero también tengo mis introversiones; no niego mis tendencias neuróticas. Como decimos nosotros: yo soy otro carajo más y me complace decir que soy de la pelota.
--Sí, por muchas razones; en la mayoría porque me estimulan a decir cosas buenas o malas; me gusta agregar cosas sutiles.
--¿Tuvo alguna novia o algo así?
--Tenía mis aventuras o podemos decir desaventuras; pero llegó el momento en que mi interés estaba en otro punto por estas malas experiencias; pero el país cambió y vea lo que pasa ahora, todo mundo está divorciado, hablan pura paja sobre ridículos encuentros psicosexuales y eso afecta a uno, una y otra vez, yo no me identifico con estas cosas.
-- Noooo. Mucho de mi desencanto tiene que ver con las feministas, porque están haciendo mucho daño a la mujer, a la femineidad. Yo soy un verdadero feminista y así lo digo en mi audiolibro: Un camino mejor, donde hablo de la fuerza vital que es la mujer, de la superioridad de la mujer.
--La mayoría lo hace con buen gusto y siento cariño por eso. Parmenio Medina me decía: Doctor Valium Pyrex, Psicólogo Cínico. La forma más sincera de adular es imitar.
--Los primeros diez años de la gran Coustarica yo no tenía el mínimo de ganas de salir de aquí, por eso me fui a un abogado y entonces le dije ‘hágame tico, amo este país, yo quiere vivir aquí’. Pero me convenció de seguir siendo residente y gringo.
--¿Cómo se acopló tan bien a nuestra idiosincrasia?
-- Viví con ustedes, miles y miles de ticos, me compenetré completamente.
-- Ayudo en los programas de mi hija Jill. Escribo y doy consultas. Atiendo mi finca en Chirracal de Santa Ana; son siete hectáreas donde siembro café; así conocí a la gente de los beneficios cafetaleros y fue un privilegio.
--Es que yo verme enojado, triste, no, no tengo prejuicios. La felicidad es vivir la vida con toda la pata y con todas sus dimensiones.
--Bueno, permitir la incursión de la dizque llamada vida moderna en una sociedad claramente exitosa, maravillosa, no es por nada que decimos ‘pura vida’. No culpo a los que vienen de afuera, las malas influencias solo prosperan con la ayuda de nosotros; somos parte de esta tragedia.
--La gente va a reírse, pero como mucho afrecho. Mi hija Jill hace recetas con mucha fibra y mi sistema digestivo siempre está en movimiento.
Como de todo, pero eliminé los seis venenos principales: sal, azúcar refinado, leche, harinas blancas, aceite vegetal y arroz blanco. Como pescado, pollo, carnes blandas en general.
--Viendo la vida, trabajando, admiro a muchas personas, paso tiempo con ellas; leo y releo, practico el auto-entendimiento que es entender la especie en su totalidad, no en lo externo como la ropa, el maquillaje, el carro, la plata, todo eso es producto de alucinaciones.
-- Una vez me criticaron por hablar mal. Pero hablo con el corazón. Así hablaban los ticos.
En Navidad hacían tarjetas y las entregaban en la mano, la gente llegaba a la puerta, llevaban canastas con cuatro uvas y una manzana para Navidad, tengo cuidado de no llorar al recordar tanta belleza.