65 años sin fraudes electorales

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Marzo de 1948, la situación política es angustiosa. Cuatro años antes el Dr. Calderón Guardia había entregado el poder al Lic. Teodoro Picado, mediante el fraude electoral más vergonzoso de la historia nacional. Acababan de pasar las elecciones de febrero del 48 y las había ganado el periodista Otilio Ulate frente al Dr. Calderón Guardia. El Dr. dijo que había fraude y que era necesario repetir las elecciones. Los diputados de la mayoría, adictos a Calderón, obedeciendo a su jefe, anularon las elecciones y cuatro días después, José Figueres tomó la cuidad de San Isidro de Pérez Zeledón y se inició así la revolución de 1948 para hacer respetar la voluntad mayoritaria del pueblo costarricense.








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