En La voluntad de poder como arte, Nietzsche afirma que “El arte es el mayor estimulante de la vida”. Zulay Soto es prueba de ello. En su larga y fructífera carrera, ha efectuado cerca de medio centenar de exposiciones individuales y parecido número de exposiciones colectivas. Dirigió el Museo del Jade por 30 años, y fue responsable de su concepción museográfica. Fue la primera mujer en el país en desempeñar este cargo en un museo.
Ha obtenido reconocimientos muy importantes, como el Premio Teodorico Quirós, que otorga el Museo de Arte Costarricense por su dedicación a la cultura de toda una vida; el Premio 18 de abril otorgado por ICOMOS por su labor en pro del rescate del patrimonio intangible; el Premio Nacional de Pintura Aquileo Echeverría y el Premio Nacional a la Promoción y Difusión Cultural, por citar unos cuantos. Sus creaciones artísticas forman parte de las colecciones de los museos e instituciones más relevantes del país, y colecciones particulares de Estados Unidos, México, Brasil, Alemania, España, Puerto Rico y Corea.
Zulay Soto se ha distinguido por experimentar múltiples disciplinas artísticas, como escultura, collage, óleo, grabado en metal, acuarela. Al estar siempre a la vanguardia, su obra funciona como una memoria de lo que somos o hemos sido como sociedad, pues todo artista es testigo de su propio tiempo. Con su arte, Zulay genera nuevas realidades que promueven una forma distinta de ver el mundo, de tal modo que ya no se ve de la misma manera; genera una identidad, una memoria.
Por ejemplo, cuando la artista introdujo en Costa Rica la pintura matérica –un movimiento del informalismo que surgió después de la Segunda Guerra Mundial, en el que se le da a los desechos un lugar antes nunca imaginado en el arte–, casi nadie pensaba que había que hacer algo con la basura. Ella le dio una nueva resignificación a los desechos, en un momento en que el mundo apenas se estaba comenzando a enfrentar con el problema de la contaminación global. Hoy sus obras matéricas son testigos elocuentes de su tiempo.
Ahora ha emprendido una nueva andadura: Interpretación artística de la cerámica prehispánica de la Gran Nicoya es un texto de naturaleza peculiar por su carácter polisémico, ya que reconcilia diferentes expresiones artísticas: objetos cerámicos precolombinos reproducidos en acuarelas de gran precisión y fidelidad, aderezados con las respectivas referencias arqueológicas e históricas.
La cerámica prehispánica presenta en sus diseños parte de la vida de los pueblos, sus costumbres, creencias, entorno, flora y fauna, convirtiéndose así en una forma idónea para relatar la existencia de sus creadores; son objetos moldeados y decorados con motivos zoomorfos, antropomorfos y simbólicos. Cada tiesto o artefacto es testimonio de las ideas, los conocimientos, las técnicas, la visión artística, simbólica o sagrada distintivos de la tribu, según sus usos y tradiciones. Esta cerámica contiene mucha información; por ejemplo, según ha investigado la autora, el paso de la cerámica monocroma y bicroma a policroma, señala el contacto con nuevas migraciones del norte.
De la cerámica de la Gran Nicoya se sabe que en sus comienzos fue monocroma y bicroma, pero alrededor de 500 d.C. se inicia la tradición de la cerámica policromada. Esta transición probablemente tuvo su origen en una serie de nuevas migraciones del norte: grupos náhuatl-pipil teotihuacanos y otros grupos náhuatl-pipil con fuerte influencia de las culturas del Tajín, las cuales aportaron representaciones relacionadas entre otras con los cultos de Tláloc (dios de la lluvia) y de Quetzalcóatl (dios de la vida, la fertilidad y la agricultura).
Según Bajtin, el acto estético concentra de un modo unitario y singular tanto la obra en cuanto actividad humana en un proceso de reflexión como el sentido que la define, lo individual particular y lo general, lo real y lo ideal. Así, al reproducir en acuarelas la cerámica precolombina mediante otra técnica, en otro tiempo, en otro contexto, Zulay Soto no solo está re-creando el objeto artístico sino que crea una nueva realidad. Genera diferentes modos de ver, formas diferentes de creación.
Según Bajtin, el acto estético concentra de un modo unitario y singular tanto la obra en cuanto actividad humana en un proceso de reflexión como el sentido que la define, lo individual particular y lo general, lo real y lo ideal. Así, al reproducir en acuarelas la cerámica precolombina mediante otra técnica, en otro tiempo, en otro contexto, Zulay Soto no solo está re-creando el objeto artístico sino que crea una nueva realidad. Genera diferentes modos de ver, formas diferentes de creación.
Obviamente, en la cerámica precolombina se emplean otras técnicas, pero los diseños alcanzan altos grados de complejidad pictórica. Reproducir en acuarela piezas con estas características es sumamente difícil. Con maestría extraordinaria, la interpretación artística que de ellas hace Zulay Soto las convierten en un producto estético nuevo y singular. Y tenemos el privilegio de verlas actualmente en exhibición en el Museo del Jade, junto a las vasijas o artefactos que las originaron.
Reproducir en acuarela piezas con estas características es sumamente difícil. Con maestría extraordinaria, la interpretación artística que de ellas hace Zulay Soto las convierten en un producto estético nuevo y singular. Y tenemos el privilegio de verlas actualmente en exhibición en el Museo del Jade, junto a las vasijas o artefactos que las originaron.
Interpretación artística de la Cerámica prehispánica de la Gran Nicoya logra algo muy relevante: para que el artista, el investigador, el historiador, el antropólogo, el visitante del Museo, pueda tener al alcance de su mano esas expresiones artísticas –tanto la cerámica precolombina como las acuarelas–, Zulay Soto ha efectuado este pequeño compendio de arte prehispánico, que no solo describe las técnicas, los procedimientos artísticos, los materiales y pinturas empleados por nuestros antepasados ceramistas, sino que da una clara explicación histórica sobre las gentes que habitaron la Gran Nicoya.
Interpretación artística de la Cerámica prehispánica de la Gran Nicoya logra algo muy relevante: para que el artista, el investigador, el historiador, el antropólogo, el visitante del Museo, pueda tener al alcance de su mano esas expresiones artísticas
Al reproducirlas en un catálogo de arte pictórico, la artista está propiciando un mejor conocimiento de las piezas cerámicas que las acuarelas reproducen fielmente. Al pertenecer a colecciones particulares, el medio propicio, y tal vez la única forma para contemplar estas piezas es mediante el trabajo preciso y meticuloso de la artista. Por si fuera poco, también registra la pervivencia de la tradición cerámica precolombina en las alfareras de Guaitil. Todas esas razones hacen de este libro un objeto único y singular, que esperamos sea disfrutado y difundido en su valor intrínseco: como una síntesis armoniosa de arte, historia y cultura que ofrece una visión muy peculiar de los pueblos que habitaron la Gran Nicoya.
Todas esas razones hacen de este libro un objeto único y singular, que esperamos sea disfrutado y difundido en su valor intrínseco: como una síntesis armoniosa de arte, historia y cultura que ofrece una visión muy peculiar de los pueblos que habitaron la Gran Nicoya.
La exposición de Zulay Soto en el Museo de Jade
¿Qué? Exposición Interpretación artística de la Cerámica prehispánica de la Gran Nicoya.
¿Dónde? Sala de exposiciones temporales del Museo de Jade, ubicado en San José en avenida 0 y calle 13 (a un costado de la Plaza de la Democracia).
¿Qué incluye? Exhibición de 23 obras en técnica mixta y tres serigrafías de la artista Zulay Soto.
¿Cuándo está abierta? Desde este octubre hasta abril del 2024.
Horario: El Museo de Jade abre de lunes a domingo de 8 a. m. a 5 p. m.