Aunque pelear por una medalla en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 es uno de los objetivos de la Selección Nacional de Costa Rica femenina, la realidad que vive el grupo dirigido por el técnico español Beni Rubido lo coloca en una encrucijada y con una serie de retos por vencer.
Rubido, quien apenas cumplió su primera semana al mando de la Tricolor, tras su contratación en lugar de la entrenadora Amelia Valverde, tiene 10 días para imponer su estilo en un grupo joven y entusiasta que comienza un proceso nuevo después de los malos resultados en el Mundial de Australia - Nueva Zelanda.
Además, el equipo patrio no podrá contar con las futbolistas que juegan en el extranjero debido a que el torneo de fútbol femenino de los Panamericanos, que comienza el 22 de octubre, se extiende más allá de los 10 días de la fecha FIFA, y los clubes no están obligados a cederlas.
Para complicar aún más las cosas, la Selección Nacional de Costa Rica femenina integra un grupo sumamente difícil. Se enfrentará a Estados Unidos el 22 de octubre, a Argentina el 25 de octubre y a Venezuela el 28 de octubre.
Las ticas, quienes en los juegos de Lima 2019 se llevaron la medalla de bronce, empataron en territorio inca contra las argentinas 0-0 en la fase de grupos, luego vencieron a Perú (3-1), Panamá (3-1) y Paraguay (1-0). Mientras tanto, perdieron ante Colombia 4-3 en tiempos extra.
Del equipo de ese entonces, siguen en la plantilla las guardametas Noelia Bermúdez y Priscila Tapia, así como las jugadoras de campo Carol Sánchez, Fabiola Sánchez, Daniela Cruz, Gloriana Villalobos y Gabriela Guillén.
En esta edición, además de enfrentarse a las albicelestes, se medirán con la representación estadounidense, que participará en el torneo con un equipo Sub-20, y con la escuadra vinotinto, que es un referente del fútbol femenino en el Sur del continente y espera tener una buena participación.
Selección de Costa Rica ante rivales complicados
Gabriela Guillén, defensora del Saprissa, indicó que los Panamericanos serán una prueba de fuego para el equipo, pero al mismo tiempo les permitirá poner en práctica la nueva idea del entrenador Beni Rubido.
“Es claro que deseamos ser competitivas y queremos traer una medalla, pero sabemos que es un grupo muy complicado. Estados Unidos asistirá con un equipo Sub-20, pero siempre es una escuadra muy fuerte. Además, Argentina tuvo un buen desempeño en el Mundial y Venezuela cuenta con jugadoras en Europa. Nuestro objetivo será mejorar en todos los aspectos al iniciar un nuevo proceso”, declaró Guillén.
“En esta oportunidad, no podemos contar con las legionarias, pero es una oportunidad para las más jóvenes de demostrar que pueden estar en la Selección y ganarse un puesto. Todas asumimos la convocatoria con mucha responsabilidad y con la ilusión de aprender, porque nunca se deja de aprender en el fútbol”, comentó.
Mariela Campos Alvarado, volante del Deportivo Saprissa, indicó que el torneo no será fácil, pero es una oportunidad para que las seleccionadas demuestren su valía en un proceso que apenas inicia.
“Las rivales son muy fuertes. Estados Unidos es una potencia y aunque no lleve a su equipo estelar, siempre será un grupo importante. Venezuela y Argentina son muy fuertes, han logrado consolidarse y construir el fútbol femenino en Suramérica, por lo que será un torneo muy difícil”, declaró Campos.
“Estamos muy ilusionadas con este nuevo cambio. Es una oportunidad para todas las jugadoras ticas. Las legionarias no están disponibles, por lo que es el momento de estar allí y alzar la mano para que en el futuro nos sigan llamando y tengamos la oportunidad de ganarnos un lugar”, añadió.