Dennis Castillo, ferviente defensor del Sporting F.C., perteneció a otro equipo que, hace un año, jugó en Panamá y se encargó de darle un impulso importante al fútbol canalero. Lo hizo desde acá, compartiendo sus labores con Sporting.
Castillo fue parte del grupo de arquitectos que participó en la primera etapa de la elaboración del Proyecto Gol de Panamá, ya que desde el 2015 trabaja en esa profesión y, sin imaginarlo, se vio inmerso en un plan enorme del fútbol de ese país.
“Yo estuve en la fase inicial, en la fase de desarrollo esquemático y diseño constructivo. Es una historia larga, pero hubo un proyecto que hice de la Municipalidad de San José, en la que lideré la remodelación de un estadio. Fue un proyecto en el que le metí mucho amor y que fue presentado a una firma global llamada The Gensler, quienes me integraron a su equipo específicamente para el Proyecto Gol de Panamá”, describió.
Ese trabajo hizo que Castillo tuviera un primer semestre complicado en el 2022, ya que pasó varias noches sin dormir correctamente. También tuvo varias reuniones virtuales previas a los partidos que debía disputar. No obstante, nunca se rindió en ninguna de las dos facetas: la deportiva y la profesional.
La pasión por la arquitectura la desarrolló Dennis desde la influencia de su padre, del mismo nombre, quien trabaja como ingeniero civil y siempre estuvo con planos, bocetos y demás bajo su brazo.
Hoy, el deportista recuerda que, en ocasiones, cuando su padre lo llevaba a entrenar al Saprissa, donde se formó, muchas veces él cargaba los tubos que servían como empaque para los documentos de su papá.
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Desde que salió del colegio, Castillo tenía claro que quería seguir el camino que su progenitor y su familia cercana le enseñaron: trabajar con las manos. Su madre, doña Ingrid, también es costurera.
Pero si algo agradece este defensor al fútbol es que fue la rama deportiva la que hoy le permite ser un maestro en planificación urbana con énfasis en diseño urbano.
“Yo, sin las becas, no hubiera podido, jamás”, sentenció.
“A mí la universidad, al inicio, me la dio Saprissa, porque ellos me becaron en la Universidad Hispanoamericana. Ahí estuve un año, pero al final de ese periodo me salió la oportunidad de irme a Estados Unidos con una beca deportiva, y no lo dudé”, recordó.
Castillo consiguió en 2015 su postgrado en la Virginia Commonwealth University y desde entonces se ha desarrollado en diferentes firmas y proyectos personales, dejando claro que solo puede trabajar medio tiempo porque no quiere descuidar el fútbol.
“Al día de hoy, he tenido la fortuna de estar en todo tipo de áreas prácticas. En proyectos residenciales, comerciales, hospitalarios, infraestructura deportiva, en proyectos de paisajismo. Entonces, he podido desarrollarme de muchas formas”, añadió.
El futbolista finalizó resaltando que, aunque parezca increíble, el fútbol también le dio valores de vida que él aplicó a su carrera para ser exitoso.
“La ética de trabajo, la disciplina, el enfoque... Todo eso lo he aprendido del deporte, son líneas que van muy paralelas al deporte y que yo aplico para mí”, concluyó.
A sus 30 años, Dennis Castillo tiene claras sus pasiones: el fútbol y la arquitectura. Él es el futbolista que rompe el molde y demuestra que se puede ser profesional tanto en el deporte como en la parte académica.