El cadáver descompuesto de un hombre, de entre 50 y 65 años , apareció ayer flotando en la represa de Brasil de Santa Ana.
La alerta se dio a eso de las 10:30 a. m., por los trabajadores que estaban en el embalse, según comunicó la Cruz Roja.
En un principio, las autoridades creyeron que se podía tratar del cuerpo del menor Gerardo Porras Banegas, de 10 años, quien desapareció el 21 de setiembre, al caer en una alcantarilla, en la ciudadela Quince de Setiembre, en Hatillo.
Sin embargo, cuando los cuerpos de rescate llegaron al sitio, vieron que se trataba de un adulto.
Giovanni Romanini, de la Cruz Roja de paseo Colón, explicó que se movilizaron varios equipos de socorro al lugar.
El funcionario detalló que la recuperación del cuerpo se realizó en la canasta de la represa, que es el lugar por el que se extrae la basura con una grúa.
“No se pudo hacer antes porque el cuerpo estaba lejos de la grúa, pero luego la misma corriente lo acercó”, describió.
El cruzrojista comentó que el cuerpo estaba desnudo y que tenía alteraciones causadas por animales como aves.
“Pareciera que es un indigente, pero habría que corroborarlo”, manifestó Romanini.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que se realizó el levantamiento del cuerpo, el cual se llevó a la Morgue.
Además, se inició la pesquisa para descubrir la identidad del fallecido, así como las circunstancias de su muerte.
Sin rastro. Entre tanto, las autoridades siguen sin tener noticias del niño Gerardo Porras.
El 28 de setiembre, una semana después de que él resbaló y cayó al desagüe cerca de su casa, la Cruz Roja dio por terminadas las labores de búsqueda.
Los socorristas habían inspeccionado los alrededores de ríos y represas en La Sabana y Escazú.