Los orígenes de esta ciudad son milenarios: múltiples asentamientos indígenas convivieron en la zona conocida como valle de Xinut. Después de la conquista española de 1525, se construyeron los primeros muelles utilizados en el creciente desarrollo de la minería de plata.
Puerto Vallarta recibió su nombre oficial el 31 de mayo de 1917 y luego de la explotación minera, en los años 20, la zona se dedicó a la pesca de tiburón. Sin embargo, no fue sino fue hasta 1930 cuando su pintoresca belleza atrajo a los primeros turistas.
La filmación de la película La noche de la iguana (1964), dirigida por el famoso director John Huston y protagonizada por Richard Burton y Ava Gardner, catapultó el exotismo y la belleza de la zona, hasta entonces casi desconocida. Durante la filmación de la película, Elizabeth Taylor acompañó a su entonces amante Richard Burton, lo que hizo explotar al pequeño puerto y a la prensa local e internacional.
Ciudad de maravillas
La ciudad vallartense es la segunda más desarrollada del estado de Jalisco. Hoy, enormes cadenas hoteleras, centros comerciales y lujosos condominios se yerguen en la exuberante cadena montañosa, dándole un perfil más cosmopolita. Allí atracan multitud de cruceros desde el norte de América, especialmente de Canadá, así como un buen número de turistas europeos y locales.
El clima es agradable: abunda el sol y la brisa marina. De día puede disfrutar las maravillosas playas que están a solo unos minutos y a las que puede acceder por medio de auto o taxis acuáticos. Una buena opción es comprar un tour con todo incluido (bebidas y alimentación) donde la tripulación hace de las suyas con shows musicales y juegos mientras le llevan a su destino. No termine su viaje sin antes visitar las playas Majahuitas, Yelapa, Colomitos y Los Muertos en el centro histórico de Vallarta. Son una parada obligatoria.
Tampoco puede perderse el tour a playa Escondida o playa del Amor, en el Parque Nacional Islas Marietas, una playa dentro de una impresionante oquedad de origen volcánico oculta a la vista y a la que solo se accede por un túnel sumergido en el mar no apto para claustrofóbicos, ¡pero sí para aventureros! Si es lo suyo, reserve con tiempo el permiso para visitar esta playa, pues el acceso es restringido. Le garantizamos que el trámite vale la pena.
Si no logra acceder a este destino, también puede hacer paddle surf o snorkeling en los alrededores de la isla y dedicarse a disfrutar de la naturaleza. Las aguas cristalinas le permitirán ver el esplendor de la vida marina al alcance de la mano. Durante todo el año también podrá observar cientos de aves marinas y delfines y, en temporada, ballenas jorobadas.
Otro de los atractivos es explorar la zona antigua de Vallarta, callejuelas llenas de hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs. Puede visitar el mercado municipal: en el segundo piso le espera una variada degustación de platillos locales, tacos, guisos y mariscos fresquísimos preparados al momento, todo a muy buen precio.
Si le apetece más comida, váyase a las cercanías de la playa Los Muertos; ahí puede degustar un delicioso “camarón embarazado” (camarón en vara asado) o su versión en pescado. Para hacer la digestión, camine al malecón, donde puede disfrutar de una refrescante tuba, fermento a base de coco y manzana acompañado de maní y nueces con mucho hielo.
El malecón es obligatorio; le espera con una de las colecciones más impresionantes de esculturas al aire libre, donaciones de laureados escultores mexicanos. Turistas y vallartenses se reúnen al final del día para ver los románticos atardeceres en el moderno muelle de playa Los Muertos o la escultura del caballito de mar, símbolo de la ciudad .
Por las noches puede disfrutar de la cocina vallartense. La variedad de restaurantes hace de la ciudad uno de los destinos más importantes de la gastronomía mexicana; entre ellos destaca el restaurante The Iguana Restaurant y Tequila Bar en Casa Kimberley, un hotel boutique que fue la residencia de la actriz Elizabeth Taylor en los años 60. Este restaurante fusiona la cocina tradicional mexicana y técnicas modernas de cocina, creando platillos que deleitan los sentidos, y ofrece una exquisita selección de tequilas y mezcales propios de la zona.
Luego puede visitar los bares y discotecas en el malecón o disfrutar de la famosa zona rosa, llena de impresionantes hoteles, bares, cabarets y discotecas dirigidos al público LGBTI, uno de los rubros más importantes de esta ciudad, también reconocida como una de las más inclusivas y seguras de México y el segundo mejor destino gay de playa del mundo después de Tel Aviv, Israel.
Puerto Vallarta es una ciudad que incita al romance; no en balde se han compuesto canciones e inspirado películas gracias a la belleza de sus calles y casas de techos rojos, a la hospitalidad de sus habitantes y sus maravillas naturales, pero también ve al futuro y se asegura como un destino obligatorio en México. Definitivamente no tiene nada que envidiarles a otros destinos de playa en el país Azteca. Como dice la letra de la canción La guirnalda, de Rocío Durcal:
…Hoy mi deseo es
estar en esa barca
Volver a estar en el edén
Del Puerto de Vallarta…
Tome nota
- Abundan los lugares de artesanías. Entre los productos destacan los elaborados por los Huicholes, un grupo étnico de la zona que hace esculturas y cuencos de madera decorados con intrincados diseños con cuentas de colores.
- En la azotea del hotel Almar Resort Luxury All Suites & Spa se ubica The Top-rooftop Bar Restaurant. Ahí puede disfrutar espectaculares atardeceres y vistas panorámicas impresionantes de toda la bahía.
- Si cuenta con varios días, visite el hermoso pueblo de Sayulitas.
- Haga una parada en el mirador del cerro La Cruz, donde puede ver toda la bahía de Banderas.
Sentirse en casa
Con una ubicación excepcional en la marina de Puerto Vallarta, a solo 15 minutos del centro histórico, The Westin Resort & Spa Puerto Vallarta le ofrece una amplia gama de amenidades. Le recomendamos, luego de hacer check- in, pedir una cita en el spa: el vigorizante masaje con tequila le garantiza recuperar las fuerzas luego del extenuante viaje desde ciudad de México. Después, tómese un tiempo para descansar en las hermosas habitaciones con vista a la bahía.
El hotel cuenta con actividades para toda la familia: clases de paddlesurf o kayak en la playa, paseos en bicicleta por la marina, donde puede disfrutar de gran cantidad de cafés y restaurantes. Para los más deportistas, el hotel tiene gimnasio y amplias zonas verdes donde puede hacer yoga frente al mar o simplemente ponerse las tenis y correr por las zonas residenciales aledañas.
Y si hablamos de gastronomía, el hotel tiene tres restaurantes con un amplio menú de comida internacional y local. Destacan sus mariscos y platillos mexicanos y ni qué decir de los desayunos típicos, un auténtico repaso por los más deliciosos ingredientes que la cocina mexicana puede ofrecer.
¿Piensa celebrar su boda, compromiso o luna de miel? The Westin Hotel & Spa cuenta con paquetes a la medida y con un equipo de expertos que le ayudarán con todos los preparativos. Los amplios espacios frente al mar le garantizan una celebración inolvidable.