En la edición meridiana de Telenoticias de ayer, Pilar Cisneros tragó más grueso que nunca. No fue por presiones políticas, expresidentes que se ausentaban a entrevistas, alguna falla técnica ni sismos que la sacudían en su silla.
La razón fue el tratar de contener el llanto que la traicionaba al aire, cuando, entre invitados, familiares, amigos y mensajes nostálgicos del personal de Teletica y grupos organizados, la despidieron al dejar el cargo como codirectora, después de 22 años de trayectoria al frente de las noticias de canal 7.
Minutos antes de que arrancará la última edición meridiana a su cargo, Pilar Cisneros nos dijo que ya nos habíamos perdido la llorada, horas antes cuando le organizaron un desayuno.
¡Qué equivocada estaba doña Pilar! El desfile de lágrimas apenas estaba por comenzar. El primer responsable, como ella misma dijo, fue el periodista Marcelo Castro, su mano derecha y compañero en sus dos etapas por Teletica.
Un video sobre su extensa carrera y denuncias más importantes tomó por sorpresa a la periodista. “¡Esto no estaba en el guion!” dijo fuera de micrófonos; acto seguido, Castro se hizo responsable en vivo.
“Veo en ella a una mujer llena de energía, entusiasmo; es muy activa, siempre surgen ideas nuevas. Ella no se va a quedar quedita. Descansará un tiempito; tienen un nieto recién nacido (Édgar Luciano) y otro de 2 años (Nicolás); se distraerá un tiempito, pero con algún proyecto se va a lanzar, en radio o con un espacio para dirigir debates. No sé; lo que sí sé es que aquí no termina su era; le queda mucha cuerda”, le contó Castro a Viva .
Calma, calma. Detrás de cámaras, poco a poco, el set se iba llenando de invitados especiales (también planeado por Castro), lo cual la codirectora tampoco esperaba. Ella trataba de mantener la calma para seguir dando las informaciones del día.
Respiros profundos, vistazos al guion, asistencia frecuente del maquillista Angelrafael para componer el maquillaje, corrido por las lágrimas, y refugiarse en sorbos de agua, fueron acciones que se repitieron cada vez que las cámaras no se posaban sobre ella.
Cuando ingresó al set la dueña del canal, Olga Cozza de Picado, la producción se apresuró para acercarle la silla más cómoda del edificio; a su lado, estuvo su hija, Paula Picado. Juntas, observaron los minutos finales de la periodista de 59 años en las pantallas del noticiario del canal de La Sabana.
“Existe un gran cariño y admiración a una mujer con una gran fuerza y que dio alma, vida y corazón. Lo interesante es que siempre ha existido un respeto; hemos tenido discrepancias, como es normal, pero siempre con un gran respeto y siento un profundo cariño”, afirmó Picado, a quien Cisneros le dijo antes de salir al aire: “No hablemos porque no voy a poder seguir”.
El periodista deportivo Maynor Solano terminó su sección y dio pie para la despedida oficial de Cisneros en su ciclo de codirectora.
A esta altura, había usado 25 pañuelos desechables para sostener el llanto; sin embargo, dio su último mensaje, que podría llamarse también editorial, frente a las cámaras y llamó a “no conformarse con tener un país de tercer mundo”, pidió que los políticos entregar un mejor país que el que recibieron, reafirmó que las redes sociales y las calles son una forma de expresión, y se percató que tenía más amigos que enemigos.
De ahí en adelante, vino un desfile de incontables abrazos y arreglos florales, el ¡Volver, volver! del mariachi y el rendirse a un sentimiento que, por más dura e inquebrantable que parezca, no pudo resistir. Así, todo el país la vio llorar, con ganas, por los recuerdos al pasar la página a un nuevo y menos ajetreado capítulo vital.
Además de la presencia de las dos hermanas de Cisneros, llegaron algunos de sus amigos y allegados como Isabel Ovares, Evelyn Ardón, Patricia León, Manuel Delgado, así como exreporteros del 7 como Lilliana Carranza, Patricia Jiménez, Danny González, Eduardo Castellón, Laura Quesada y representantes de grupos de proyectos que ella impulsó.
Allí estaba el Club de Leones por los Sueños de Navidad , AmbientaDos , el sector frijolero, corresponsales del noticiario, representantes de la campaña Salvemos Palo Verde . También gente del Cuerpo de Bomberos, del Hospital de Niños, Movimiento Diversidad y de la Conferencia Episcopal.
“¡Nos van a jalar el aire!”, exclamó doña Pilar al ver como se extendía la hora permitida (1:30 p. m.) y el reloj marcaba ya la 1:45 p. m. El “¡Al fin viernes!” se lo heredó a Maynor Solano y, con la música y gigantas de la cimarrona de Barva, dijo adiós en vivo a los televidentes.