Costa Rica suma siete semanas sin datos suficientes sobre casos nuevos, hospitalizaciones y muertes relacionadas con la covid-19. Son 50 días de “silencio epidemiológico” que llevan a epidemiólogos y salubristas a declararse preocupados por la ausencia de datos, precisamente, en momentos en que el uso de mascarillas o la vacunación no son obligatorias.
Con una subvariante de ómicron (BA.5) más contagiosa circulando, oficialmente se desconoce si el país está ante una sexta ola pandémica porque no hay adecuada información. Tampoco se ha informado de un plan ‘B’ para recolectarla luego del hackeo a la Caja, del 31 de mayo, el cual, sería el causante de la escasez de datos.
“En Salud Pública los datos son esenciales. Y en vigilancia de la salud son superesenciales”, advirtió el microbiólogo y salubrista Darner Mora Alvarado. Por separado, el médico epidemiólogo Ronald Evans Meza declaró: “No quiero suponer que el Gobierno esté interesado en crear una situación en la que la gente se olvide de la covid”.
Nueve científicos de la academia, tanto de universidades públicas como privadas, ofrecieron ayuda a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el 23 de junio, para recolectar y analizar datos que permitan al Gobierno tomar decisiones. Hasta el día de hoy, su ofrecimiento no ha tenido respuesta, confirmó Juan José Romero Zúñiga, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), vocero del grupo y uno de los investigadores que ha analizado el comportamiento de la pandemia desde la declaratoria de emergencia nacional, en marzo del 2020.
“Somos conscientes de las dificultades para el acceso a información, validación y sistematización de la misma; pero, a pesar de eso, consideramos que sí es posible contar, por ahora, al menos con los siguientes datos relacionados con la covid-19: ingresos hospitalarios diarios; ocupación hospitalaria total en salón y en UCI; egresos hospitalarios, y fallecimientos.
“(...) nos comprometemos a entregar a las autoridades un análisis semanal del comportamiento y tendencia de las principales variables de hospitalización bajo ciertos escenarios (...)”, dicen en la carta al gerente médico de la CCSS, Rándall Álvarez Juárez, que aún no ha sido contestada.
Por esta razón, Romero declaró a este diario: “Creo que ha faltado voluntad. Se puede levantar una lista a mano, alguien centraliza los datos de hospitalización: tantos en UCI, tantos en salón, tantos que ingresaron, tantos que salieron... Eso se puede hacer en un Excel para compilar. No sé si la ausencia de mayor capacidad o conocimiento en Epidemiología en altas esferas del Ministerio de Salud se junta con la falta de ingenio para lograr datos”.
Además del epidemiólogo de la UNA, la carta a la CCSS la firmaron Carlos Murillo Zamora, Agustín Gómez Meléndez y Guaner Rojas Rojas, del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo, de la Universidad de Costa Rica (UCR).
También el salubrista y demógrafo, profesor emérito de esa Universidad, Luis Rosero Bixby; Mario Villalobos Arias, de la Escuela de Matemática de la UCR; Ronald Evans Meza, de la Escuela de Medicina de la Universidad Hispanoamericana; Tomás de Camino Beck, de Cenfotec, y Santiago Núñez Corrales, del National Center for Supercomputing Applications University of Illinois, EE. UU.
Luis Rosero sostiene que “el hackeo es un mal pretexto del Ministerio de Salud para ocultar a la población lo que ha estado ocurriendo en el país luego del deplorable ninguneo del uso obligatorio de la mascarilla en lugares públicos y la vacunación obligatoria”.
“Es altamente probable que la incidencia, mortalidad y presión sobre los hospitales de la covid-19 haya aumentado sustancialmente. En el estado de propaganda en que ahora estamos, el Gobierno no se habría visto bien ante estas tendencias desfavorables, por lo que se están ocultando, como en Nicaragua o Venezuela”.
Rosero agregó que el Gobierno podría informar sobre pruebas de laboratorio, ingresos hospitalarios y muertes por la covid-19. “Un funcionario con un teléfono o correo electrónico puede compilar diariamente esa información si es que hay la voluntad de hacerlo”, afirmó.
Para Darner Mora, el país está caminando a ciegas en medio de la pandemia. “En Salud Pública los datos son esenciales. Y en vigilancia de la salud son superesenciales. Pero estamos en una encrucijada: estamos en un periodo de transición de la pandemia/sindemia a la endemia sin datos para ver qué está pasando.
“Estábamos muy bien acostumbrados. De un pronto a otro, el gobierno anterior empezó a dar datos cada 8 días. Luego vino el cambio de administración que coincide con el hackeo y desaparecen los datos en las últimas siete semanas. Esto es un problema seriesísimo de Salud Pública porque no sabemos qué está pasando”, indicó el salubrista, quien reclama la ausencia de un ‘plan B’ para suplir la falta de información. A menos, advirtió, que el ‘plan A’ sea este.
A él también le preocupa lo que esté pasando con otras enfermedades, como neumonía, malaria, dengue. “Estamos hablando de la covid porque es el tema. Pero, ¿qué pasa con infecciones causadas por otros virus? ¿Dónde están los datos?”, advirtió.
La única información publicada por el Ministerio de Salud data del 6 de julio. En cuatro párrafos de un boletín de prensa se informó de que junio dejó 65.241 casos nuevos de covid-19 (un promedio semanal de 13.048 contagios; 1.864 por día) y 108 fallecimientos. Estas muertes se suman a las 8.525 registradas al 30 de mayo, un día antes del hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), razón que ahora dan para no publicar con la periodicidad y el detalle de antes.
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Ese boletín omitió informar sobre las hospitalizaciones por esta causa. Solo afirma que “presentan un leve aumento”, mientras dice que los internamientos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) “se mantienen estables”, sin dar cifras ni especificar la condición de los enfermos.
El 15 de julio, el Ministerio de Salud publicó en su página de Facebook los datos de casos nuevos para las semanas epidemiológicas número 25 (finalizada el 25 de junio), 26 (al 2 de julio) y 27 (al 9 de julio): hubo 18.010, 20.355 y 17.041 casos nuevos, respectivamente. No dio datos ni de hospitalizaciones ni de muertes.
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La Nación solicitó al Ministerio hablar con algún vocero sobre la falta de datos covid-19, pero la oficina de prensa dijo no tener uno disponible. Refirió al boletín del 6 de julio y a la publicación en Facebook del 15 de julio.
“Desde las instituciones a cargo se están realizando importantes esfuerzos para lograr, en el menor tiempo posible, la sistematización de los datos disponibles con el objetivo de obtener y generar la información sobre los casos covid-19 a nivel nacional. Desde el hackeo a los sistemas de la CCSS, las Áreas de Salud de ambas instituciones han organizado estrategias locales para transferirse la información”, manifestó Salud.
Se solicitó una reacción a la CCSS sobre el ofrecimiento de los académicos, pero no hubo respuesta al cierre de esta nota.
“Uno queda en tinieblas. Es un silencio total”
El médico epidemiólogo, Rónald Evans, todavía prefiere conceder el beneficio de la duda antes de afirmar que un asunto estrictamente técnico y científico se haya politizado.
“No quiero suponer que el Gobierno esté interesado en crear una situación en la que la gente se olvide de la covid y asuma una normalidad dentro de un proceso patogénico bastante serio. Yo no quiero politizar porque no soy político, soy científico y profesor, pero sí pido que el Gobierno salga y hable la verdad del asunto. El problema es que no dicen absolutamente nada, uno queda en tinieblas. Es un silencio total”, declaró el médico a La Nación.
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Agregó: “Sí, si quisieran dar datos los pueden dar... ese tipo de información es totalmente factible de obtener. ¿Deformar la realidad para ocultar un problema? Eso sería algo espantoso. Es volver a la Edad Media”, reconoció el médico en referencia al oscurantismo imperante en ese periodo de la historia de la Humanidad.
Evans también escribió en un artículo publicado en la sección Opinión de este diario que, en este momento, Costa Rica es única entre los países democráticos con este silencio sobre covid.
Igualmente, en un artículo publicado en Opinión de este diario, el director del Programa Estado de la Nación, Jorge Vargas Cullell, criticó los “estruendosos mutismos” de las autoridades en un escenario en donde parece que la pandemia se acabó.
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“Mientras tanto, hay eventos masivos, uno tras otro, sin ninguna medida de prevención. En fin, pareciera que la sociedad y el Estado costarricenses ya pasaron la página de la covid y están apostando a que la vacunación evite nuevas olas. (...) ¿Somos por decreto territorio libre de pandemia? Si no, ¿cuáles son las previsiones?”, cuestionó Vargas.