Phoenix, Arizona. AP. Un juez escuchó ayer argumentos en una demanda que acusa a las patrullas migratorias del alguacil de Maricopa, Joe Arpaio, de encasillamiento racial, una semana luego que las autoridades federales lo acusaron de una amplia gama de violaciones a los derechos civiles.
La demanda la presentaron varias personas de origen latino, quienes aducen que los agentes detuvieron a conductores hispanos sin causa alguna, excepto indagar su estatus inmigratorio.
El proceso es uno entre varias demandas que se acumulan contra la oficina del alguacil.
En otro caso, Míriam Mendiola Martínez alegó indiferencia deliberada a sus necesidades médicas y además violación de sus derechos básicos cuando los agentes la esposaron a su cama de hospital antes y luego de dar a luz por cesárea en el 2009.
Además, Mendiola argumentó que los agentes que la detuvieron ignoraron su pedido de ayuda porque los hizo en idioma español y aún después de conseguir a alguien que los tradujera al inglés.
Días atrás, un preso en su celda que no respondía a estímulos tras una pelea con agentes en la cárcel de Phoenix murió en el hospital de la ciudad cuando le retiraron los aparatos que lo mantenían vivo.
Activistas latinos dijeron que esta muerte plantea nuevas dudas sobre los métodos que aplican los agentes de Arpaio.
Se prevé que en los siguientes días, el juez Murray Snow estudie posibles sanciones a la oficina del alguacil en la causa por presunto encasillamiento racial.
El miércoles, decenas de agentes carcelarios de Arpaio entregaron sus credenciales federales una semana después de que perdieron el poder de verificar el estatus de inmigración de los reos.
La decisión siguió a la divulgación de un reporte del Departamento de Justicia de que la oficina de Arpaio tiene un patrón de discriminar a latinos, de aplicar la ley de inmigración con base en quejas de ciudadanos centradas racialmente y castigar a reos hispanos por hablar en español. El alguacil, polémico también por sus declaraciones, lo niega todo.