En zonas de sembrados, atravesando potreros, este mes el distrito de Llano Grande de Cartago recibe el paso de “la Peregrina”, una réplica de la imagen de la Virgen de los Ángeles.
Un campesino carga la imagen en su espalda y seguido de los fieles, cantan y le ruegan a la Negrita por la protección de sus cultivos.
La pasada de la imagen es la forma en la que los vecinos rememoran el origen de esta piadosa tradición, que data de hace 142 años cuando, según el relato, la intervención de la Virgen terminó con una plaga de chapulines que se comían los siembros de aquella zona.
Según se cuenta hoy, cuando se agravó aquella peste, los fervorosos creyentes de la Virgen de Los Ángeles le pidieron al párroco de la Basílica que les facilitara una imagen de “La Negrita”, conocida como “La Peregrina”, para llevarla por esos campos agrícolas y pedirle su intermediación. Básicamente para que ahuyentara a los chapulines.
Dice la tradición religiosa que un día después de aquella romería se presentó el "milagro”, y los sembradíos de papas y hortalizas reverdecieron para alegría (y alivio) de la comunidad campesina y católica de ese distrito cartaginés.
Obviamente los felices creyentes prometieron llevar la imagen a sus campos año a año en una mezcla de devoción, gratitud y control de plagas.
Apenas el 4 de mayo anterior se inició el cumplimiento de la promesa, y grupos de vecinos llevan a La Peregrina, por todos los sectores de Llano Grande dedicados a cultivos.
Andrés Quirós, vecino de esa localidad, asegura que aunque el recorrido es con rezos y música, y a veces cansados de tanta caminata, “nadie afloja, para no fallarle a la Virgen, Patrona de Costa Rica”.