El sismo ocurrido la noche del domingo se debe a la fricción que ejercen los montes marinos de la placa del Coco cuando se sumergen bajo la placa Caribe, sobre la cual está Costa Rica.
Al acumularse suficiente energía por el empuje de ambas placas, una contra otra, la energía liberada se traduce en temblores, según explicó la sismóloga Ivonne Arroyo, de la Red Sismológica Nacional, de la Universidad de Costa Rica.
El movimiento principal del domingo a las 8:28 p. m., de 6,9 grados, acumula casi 100 réplicas según la Red Sismológica Nacional (RSN), que situó el epicentro en aguas del Pacífico central, específicamente frente a Jacó, en Garabito, Puntarenas.
Según detalló Arroyo, la región del Pacífico Central es una de las zonas más activas del país. Allí, el relieve de la placa del Coco se caracteriza por numerosos montes submarinos.
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Se cree que, al hundirse estos montes submarinos bajo la placa Caribe, estas zonas se comportan como asperezas donde se acumula energía y se frena (temporalmente) el corrimiento de ambas placas continentales.
Esta es la razón, explicó Arroyo, por la cual se generan sismos de magnitud intermedia como el sentido en todo el territorio nacional e incluso en países vecinos.
Se tiene registro histórico de sismos de magnitudes máximas de 7,0 como fue el terremoto de Cóbano el 25 de marzo de 1990, el terremoto de Quepos de agosto de 1999 con una magnitud de 6,9 y el terremoto de Osa (junio del 2002) cuya magnitud fue de 6,4.
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Conducta sísmica sigue igual
Ese comportamiento sísmico, aseguran expertos, es el que siempre ha caracterizado a Costa Rica y se prevé que seguirá invariable.
"El comportamiento de estas placas continuará igual. En la parte central del país hay una serie de montes submarinos que, cuando se subduce Coco por debajo de Caribe, esas asperezas bloquean estos grandes bloques tectónicos en esas zonas de montes hasta que el movimiento de las placas las libera con fuerza y tenemos sismos", confirmó Mauricio Mora, sismólogo de la RSN.
Las condiciones geológicas que afectan a Costa Rica no se miden en cientos de años sino en millones de años, afirmó por su parte Javier Pacheco, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), quien asegura que la interacción de placas en la región no ha variado en varios millones de años.
"El comportamiento sísmico de hace varios siglos y de varios siglos hacia adelante, será similar. No se espera, ni se ve, un cambio de ningún sentido. La velocidad de convergencia entre ambas placas es la misma: entre siete y nueve centímetros al año", aseguró.
En el futuro, señaló Pacheco, los habitantes del país podrán esperar sismos por subducción similares en fuerza respecto al ocurrido el fin de semana.