Debido a una imputación mal formulada y a la falta de pruebas, el juez Luis Diego Vargas del Juzgado Contravencional del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, decidió absolver de culpa y responsabilidad a Zoila Volio por el caso de la muerte de los perros de la familia Seas González en Pinares de Curridabat.
El caso data del 21 de agosto de 2013 cuando Karina González reportó la muerte de sus mascotas Teo y Simón.
La familia se había trasladado a vivir poco antes al barrio y, según el dueño de los perros Danny Seas, las mascotas habían ladrado durante varias noches como parte del proceso de adaptación a la nueva casa. Debido a esto, la familia recibió dos cartas de molestia (anónimas) y una queja oral de Volio, quien era su vecina.
Poco después, presuntamente por ingerir un salchichón envenenado, los dos perros murieron. Ante lo cual, sus dueños acudieron a los tribunales motivados no solo por la pérdida de sus mascotas sino por velar por la seguridad de su hija de dos años quien solía jugar con los perros, según comentaron Seas y González a La Nación.
Volio, por su parte, declaró que se crió en fincas donde desarrollo afinidad con animales lo cual derivó en que estudiara Agronomía. Asimismo, se manifestó vegana por lo que no consume productos animales. "Sería incapaz de hacerle daño a un animal", dijo durante la audiencia realizada en la Sala 11.
El caso de la muerte de Teo y Simón causó indignación en personas y organizaciones que abogan por el bienestar animal. Esto desembocó en una protesta en contra del maltrato.
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