Río de Janeiro. EFE. Una avalancha de barro y residuos minerales, provocada por la ruptura de los diques de dos depósitos de desechos de un complejo minero, sepultó varias viviendas en siete distritos de la ciudad brasileña de Mariana y dejó al menos dos personas fallecidas, 13 desaparecidas y 530 damnificadas.
Las cifras las divulgó este viernes, en conferencia de prensa, el Cuerpo de Bomberos del estado de Minas Gerais (sureste de Brasil) y de la empresa Samarco, propietaria del yacimiento y cuyo control lo comparten la brasileña Vale y la australiana BHP, dos de las mayores mineras del mundo.
El accidente, por causas aún desconocidas, ocurrió el jueves y transformó los poblados en los alrededores de Mariana en campos arrasados y cubiertos por un alud de barro que cubrió todo lo que encontró a su paso hasta una distancia de 60 kilómetros.
En la zona se observaron automóviles sobre lo que quedaba de algunas residencias, y montañas de barro en lo que antes eran plazas y carreteras.
Tanto los dos muertos confirmados como los 13 desaparecidos son empleados de Samarco, que trabajaban en los depósitos de residuos minerales y no tuvieron tiempo de evacuar la mina.
Los bomberos informaron en la tarde de este viernes de que encontraron en un río, a unos 100 kilómetros del lugar del accidente, el cuerpo de una de las víctimas.
Atentos. La mayoría de los habitantes de las poblaciones afectadas logró huir a tiempo antes de ser barridos por la riada gracias a que la ruptura de los diques alcanzó a ser vista o escuchada por los vecinos, aunque ni la empresa ni la Alcaldía disponía de sistemas de sirenas o de alerta en caso de accidentes del tipo.
“ La mayor parte de los vecinos consiguió huir a zonas más altas subidos en camiones de una constructora que estaban en la localidad”, afirmó Sídney Solveira, vecino de Bento Rodrigues, el distrito más afectado y que prácticamente desapareció.
Un centenar de bomberos y al menos 20 vehículos, con la ayuda de helicópteros y drones, trabajan en las operaciones de rescate y ya consiguieron localizar y trasladar a alojamientos a unas 500 personas que estaban aisladas.
El presidente de Samarco, Ricardo Vercovi, afirmó que la legislación no obliga a la empresa a instalar sistemas de alarma en las poblaciones vecinas, pero que la minera logró alertar a un gran número de habitantes mediante llamadas telefónicas.
Además de Bento Rodrigues, el barro también llegó a las viviendas de otros distritos cercanos como Aguas Claras, Ponte do Grama, Paracatu, Pedras, Barra Longa y Gesteiras.
Según las cifras divulgadas por la empresa, los depósitos, que quedaron vacíos, tenían en el momento del accidente cerca de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales y 55 millones de metros cúbicos de agua.