Con solo entrar a la habitación y realizar movimientos específicos con los brazos, una persona con discapacidad física podría controlar la iluminación, las cortinas, el aire acondicionado o la televisión.
“Con solo hacer un movimiento podría activar el audio para escuchar música de piano o guitarra, por ejemplo”, explicó el ingeniero eléctrico Fabián Moya.
Con ayuda de una cámara de profundidad, el computador es capaz de reconocer el esqueleto de la persona y centrarse en sus brazos. Moya diseñó un lenguaje de 87 movimientos que activa diferentes elementos de la habitación.
Por esta idea, Moya fue el ganador en la categoría de Tecnología, patrocinada por Racsa, del premio Ideas Innovadoras 2013, que fue entregado ayer.
Este premio es una iniciativa de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR). Cada ganador de categoría recibe una remuneración económica de ¢500.000.
Para Rafael Herrera, coordinador de la Cátedra de Innovación y Desarrollo Empresarial de la UCR, el certamen no solo permite a estudiantes aplicar el conocimiento adquirido en la academia, sino que promueve el emprendedurismo .
En esta sétima edición se inscribieron 30 proyectos, logrando así una participación de 70 estudiantes de diferentes carreras.
“Esperemos que esas ideas lleguen a convertirse en empresas que brinden empleos con mayor valor agregado”, dijo Guillermo Velásquez, del CICR.
En esa misma categoría de Tecnología, los ingenieros eléctricos Luis Enrique Araya y Mauricio Bejarano fueron reconocidos por su “Ergo Assistant”.
Este es un programa que se instala en la computadora para monitorear la actividad del usuario a través del mouse y el teclado, con el fin de alertarle sobre cuándo debe hacer una pausa y estirarse.
“El objetivo es evitar futuras lesiones en muñecas, espalda y otros”, comentó Araya.
“La cantidad de horas que pasa uno frente a la computadora son muchas y el cuerpo no está diseñado para eso. La idea es reducir el riesgo de enfermedades osteomusculares por el uso excesivo e indebido de la computadora”, agregó Bejarano.
Aunque el programa lo desarrollaron para plataforma Linux, su meta es adaptarlo a Windows y ambiente Mac.
Otros ganadores. Los productos alimenticios se impusieron en la categoría general, la cual es patrocinada por Fundevi.
El proyecto ganador fue una crema para untar, a base de yogur, ideada por los estudiantes David Robles, Pamela Malavassi, Valeria Marín y María Fernanda Vargas, de Ingeniería de Alimentos.
Por su parte, el segundo lugar fue compartido por dos ideas.
Las estudiantes de Farmacia Valeria Portuguez, Gabriela Mora, Judith Gamboa y Verónica Vargas elaboraron un gel antibacterial con extracto de pitahaya, mientras que Felipe González, Gloriana Hernández, Maureen Hernández, Catalina Quirós y Adriana Vargas, de Ingeniería de Alimentos, idearon un snack con harina de malanga y fruta de pan.
La tercera categoría, que cuenta con el apoyo de Proinnova, premió la innovación social.
En esta se galardonó a Silvia Rivera, Mónica López y Alberto Borge por su “Costurero público”, el cual pretende utilizar el diseño de ropa y accesorios como método de educación popular para jóvenes de comunidades urbano-marginales.
El segundo lugar fue otorgado a “Advanced Lesco”, sistema de videollamadas que pretende comunicar a personas sordas con oyentes por medio de un intérprete. Este proyecto fue presentado por Natalia Salas, Ana Ruth Villarreal, Olga Álvarez y Daniel Omri, de Dirección de Empresas.