Tras aprender una orden o un truco, ¿debería el perro tomar una siesta como parte del proceso de adquisición de nuevo conocimiento?
Tal vez sí, según un estudio realizado por la investigadora Anna Kis y sus colegas del Family Dog Project, cuyas conclusiones fueron publicadas recientemente en la revista científica Scientific Reports.
Los resultados indican que dormir, tras adquirir un nuevo conocimiento, ayuda a consolidar la memoria, proceso en que el cerebro relaciona piezas de información para conformar memorias que podrían ser utilizadas en el futuro.
Experimento
Los investigadores estudiaron 15 perros, tanto hembras como machos, con diferentes edades y de diferentes razas (incluso mixta), a los que se les pidió ejecutar las órdenes de sentarse y echarse, empleando comandos en húngaro con los cuales ya estaban familiarizados.
Posteriormente, se les enseñaron las mismas órdenes pero en inglés y se les dejó dormir.
Durante tres horas de siesta, se les monitoreó a través de una polisomnografía, la cual permite ver la actividad cerebral (gracias a un electroencefalograma), la respiración, el ritmo cardiaco, la actividad muscular y los niveles de oxígeno en la sangre.
Tras la siesta, se les volvió a pedir a los perros que ejecutaran las órdenes a partir de los comando en inglés.
Resultados
Durante la fase REM, cuando el cerebro se encuentra aún activo, los investigadores observaron menor actividad de las ondas delta (asociadas a sueño profundo) y un incremento en las beta (asociadas a estados de consciencia), lo cual se relacionó a un alto redimiento memorístico por parte de los perros.
El aprendizaje de nuevos comandos también influyó en la fase no-REM, en que se vio un incremento de las ondas delta.
"Estos resultados proveen, por primera vez, evidencia de que aprender nuevos comandos influencia el espectro electroencefalográfico del sueño (EEG) en perros y que el espectro EEG durante el sueño es predictivo del rendimiento de la memoria", se lee en el estudio.
En otras palabras, el can aprende una orden que altera su actividad cerebral cuando duerme y eso hace que su rendimiento memorístico sea mejor cuando despierta.
"Esto sugiere que la información recién adquirida es reprocesada y consolidada durante el sueño", comentó Kis a la revista Scientific American.